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¿Puede una persona amar a más de una persona al mismo tiempo? «Al mismo tiempo» parece ser el calificativo importante, ya que hay pocas dudas de que muchas personas pueden amar a más de una persona románticamente en diferentes momentos. En general, aceptamos sin rechistar que se puede pasar de un amor pasado a un amor futuro en caso de que la relación amorosa pasada termine (divorcio, muerte del cónyuge, ruptura de una relación de pareja o de un romance de juventud). Algunos viudos o viudas nunca buscan o encuentran otro amor debido a algún sentimiento de devoción por su pareja fallecida, algún sentimiento de plenitud ya alcanzada que no debe ser alterada y posiblemente empañada de alguna manera por una relación que resulte no ser tan buena, algún sentimiento de inutilidad de empezar de nuevo con una nueva pareja, o algún miedo a ello. Estas personas pueden ser incapaces de amar a más de una persona, pero la mayoría de las personas parecen capaces en diferentes momentos de su vida de involucrarse en una nueva relación amorosa cuando una anterior ha terminado.

A veces también se forma una que termina con otra. Cabría preguntarse si el hecho de formar una segunda relación amorosa romántica provocará necesariamente el fin de la primera o si el mantenimiento de la primera provocará el fin de la segunda. ¿Puede una persona amar, románticamente, a más de una persona a la vez?

Digo románticamente (refiriéndome al sentido general de romance, tanto si va acompañado de pasión excitada como si no) porque la gente, obviamente, puede amar a más de una persona a la vez de formas distintas a la romántica. Las personas pueden amar a sus padres simultáneamente; los padres pueden amar a todos sus hijos; las personas pueden amar simultáneamente a sus padres, a sus hijos y a su cónyuge; uno puede amar a sus hermanos y hermanas, tíos, primos, etc. Por supuesto, los hijos suelen sentir que no son queridos por sus padres tanto como sus hermanos -y en algunos casos tienen razón-, pero normalmente ese sentimiento es erróneo. Y las personas pueden tener cariño y preocupación por muchos amigos especiales al mismo tiempo.

Según mi análisis de las relaciones y el amor, creo que es fácil tener claro en qué sentido se puede amar románticamente a más de una persona a la vez, y en qué sentidos no. En cuanto a los sentimientos de atracción, uno puede amar a más de una persona a la vez, es decir, uno puede sentirse atraído románticamente, emocionalmente, sexualmente, intelectualmente y/o lo que sea por más de una persona al mismo tiempo. A veces, amar a alguien con mucha fuerza te permite incluso tener sentimientos de amor hacia otras personas porque te sientes muy bien contigo mismo, con todo y con todos, y porque quieres que los demás compartan tu alegría contigo. Y a veces estar enamorado hace que concentres alegremente tanta atención en la persona amada que eres incapaz de pensar en nadie más, y mucho menos románticamente.

Sin embargo, amar a más de una persona a la vez en términos de participar en una relación plenamente amorosa -incluyendo una relación plena y mutuamente benévola, y plena y mutuamente satisfactoria- es de lo más difícil, si no imposible. Aparte de circunstancias particulares inusuales, el tiempo y la energía de uno son, por lo general, demasiado limitados para poder dedicarse de esa manera a más de una persona al mismo tiempo. A menos que uno tenga una energía ilimitada, a menos que no tenga que trabajar unas 40 horas a la semana, a menos que pueda tener su relación amorosa con una de las personas mientras está en el trabajo, o a menos que pueda compartir su relación con ambos (o más) amantes al mismo tiempo en un trío (o más), es prácticamente imposible tener una relación amorosa romántica con más de una persona a la vez. En la vida diaria ordinaria simplemente no hay tiempo para poder pasar adecuadamente en relaciones amorosas completas por separado (ir al cine, comer juntos, hablar, compartir sus pensamientos, las alegrías y los problemas del día, ir a conciertos a los que les gustaría asistir, hacer el amor, etc., etc., etc. – todas las cosas que dos personas amorosas podrían querer hacer juntas). Incluso en lo que respecta a algo tan simple como disfrutar de una película juntos, a menudo probablemente querrías compartir la misma película con cada amante, e ir al mismo cine dos veces (si así tuvieras que hacerlo) se volvería viejo y agotador muy rápidamente.

Los sentimientos, las emociones, las atracciones no son necesariamente «sustractivos», es decir, tener algunos para una persona no te quita una cantidad finita de ellos para que tengas menos disponibles para otros. (De hecho, en algunos casos, cuanto más tienes por una persona, más puedes tener también por otra; los buenos sentimientos a veces generan más sentimientos buenos). Pero el tiempo y la energía son sustractivos; a menos que se pase tiempo con ambos seres queridos simultáneamente, cuanto más tiempo y energía se dedique a una persona, menos se tendrá para dedicar a la otra. Esto es así a menos que, por alguna razón, la energía de uno se duplique o multiplique de algún modo al amar a más de una persona o al disfrutar de la compañía de más de una persona, de modo que uno pueda renunciar a tiempo para dormir o hacer otras cosas con el fin de pasar más tiempo con cada amor. Por lo general, esto no es duradero, aunque sea posible durante un tiempo.

Si uno de los amores está donde uno trabaja, entonces, por supuesto, uno podría pasar suficiente tiempo con ellos sin quitarle el tiempo que habría tenido con otra pareja de todos modos.

O si uno es lo suficientemente rico como para no tener que trabajar (mucho), uno podría tener suficiente tiempo y energía para dos relaciones plenamente amorosas. Dos seres queridos no necesitan, y generalmente no quieren, pasar todo el tiempo juntos, pero sospecho que si uno trabaja ocho horas al día y duerme de seis a ocho horas al día, eso normalmente no deja tiempo para dos o más relaciones totalmente amorosas por separado. Antes de tener hijos, pensaba que mi mujer y yo tendríamos tiempo el uno para el otro y una media relación con otra persona, ya que parte del tiempo que pasábamos en casa al mismo tiempo no implicaba hacer cosas juntos. Los hijos ocupan ese tiempo extra con bastante facilidad ahora.

Nota que ni siquiera he hablado de los problemas de tiempo, energía, culpa, engaño o capacidad sexual que implica tener múltiples relaciones secretas. Sólo me he detenido en lo difícil o imposible que sería, en términos de tiempo y energía limitados, tener más de una relación, incluso abierta y plenamente amorosa, a la vez.

Creo que hay algunos indicios de esto también en la naturaleza de las rivalidades entre hermanos y los celos en las familias. Los niños a menudo se ponen celosos o se sienten poco queridos y excluidos porque sienten que sus padres dan demasiada atención y tiempo a los hermanos y no lo suficiente a ellos, incluso cuando en realidad pueden tener tanto o más tiempo que sus hermanos y hermanas. Pueden sentir que el disfrute y la satisfacción o el buen comportamiento de sus padres con sus hermanos es más de lo que ellos reciben. Pueden sentir que eso demuestra que sus padres tienen más afecto por los otros niños. Puede haber celos y sentimientos heridos. Sin embargo, he aquí un ejemplo de relaciones amorosas «múltiples», abiertas y normales, en las que los miembros pueden incluso hacer a menudo cosas juntos, como un grupo, de modo que las alegrías y los beneficios pueden compartirse al mismo tiempo, sin necesidad de repetir la acción y la energía y sin pérdida de tiempo al pasar de un ser querido a otro. Los padres pueden jugar a un juego o ir de picnic o al cine con sus hijos y pasar tiempo con ellos todos juntos. Sin embargo, como puede atestiguar cualquier padre, mantener relaciones plenas sólo con dos hijos puede suponer una cantidad desmesurada de tiempo y energía, incluso cuando es emocionante y divertido, y aunque no haya que hacer cosas diferentes con cada hijo en momentos distintos. Tratar de participar activa y plenamente en dos o más relaciones románticas sería igualmente, o incluso más, exigente y agotador.

Intentar combinar el matrimonio (o cualquier relación) con asuntos de tipo extramatrimonial (o «extra-relación») en general quizás no funcione – no tanto por la alienación del afecto, aunque eso a veces ocurre, sino – por la alienación de los disfrutes juntos, la alienación del tiempo que se pasa juntos o con respecto a cada uno de los seres queridos (como en no tener tiempo para pensar en cada uno o tiempo para hacer y planear cosas para cada uno), o en la alienación de la energía necesaria para pasar tiempo gratificante con cada uno. Un menor beneficio y una menor satisfacción, debido a la falta de tiempo o energía, pueden conducir a una menor atracción; pero incluso cuando no lo hacen, su disminución por sí sola simplemente hace que la relación sea menos buena o satisfactoria de lo que podría ser. Esto también es cierto cuando la causa que roba tiempo y energía a una relación no es otra persona, sino algo como un trabajo, quizá especialmente cuando la energía y el tiempo se dedican al trabajo voluntariamente, como en el caso de un adicto al trabajo. Los miembros de la familia o los seres queridos a menudo necesitan que se les dedique tiempo y energía, y una pareja adicta al trabajo o infiel puede no tenerlo para dedicarlo.

Además, si una aventura extra-relacional es secreta, puede haber problemas adicionales que afecten al tiempo, la energía, la satisfacción, la calidad y los sentimientos. Por lo general, uno tiene que ser precavido y engañar, conjurar y recordar sus mentiras, enmascarar sus sentimientos y preocuparse continuamente por sus acciones y las consecuencias de ser descubierto. Existe la posibilidad de que la preocupación, el miedo y la culpa sean tremendamente agotadores, además de las tensiones normales de intentar dedicar tiempo y energía a las diferentes personas que uno quiere. Y puede haber momentos o eventos importantes para compartir juntos que las personas involucradas en una aventura secreta no pueden compartir – la hospitalización de uno, los hitos de sus hijos, etc.

Pero el hecho de que uno probablemente no pueda tener una relación totalmente amorosa y totalmente activa con más de una persona al mismo tiempo, excepto en algunas de las clases de condiciones mencionadas anteriormente, no debería prohibirle tener una relación tan completa y buena como pueda con otros según el tiempo y las circunstancias lo permitan y justifiquen. Amar a una persona no debe impedir que te sientas atraído o que aprecies a otras o que las satisfagas y disfrutes de la manera adecuada. (Más sobre esto en las secciones sobre el compromiso, la ética y los celos.) La atracción es un sentimiento agradable, y el aprecio justificado es algo bueno. Que de niño quieras a tus padres y aprendas de ellos no significa que no puedas querer a tu profesor y aprender en la escuela. Lo mismo ocurre con un vecino, un pariente o cualquier persona con la que puedas entrar en contacto. Del mismo modo, como adulto, aunque tu matrimonio o algún otro tipo de relación primaria comprometida debe ser, y es, lo primero, esto no significa que uno no deba tener amigos u otras personas que le importen, siempre y cuando esas relaciones no interfieran de una manera que no deberían. Uno puede aprender y crecer de más de una persona, y generalmente, eso es necesario para el desarrollo y el crecimiento. La cuestión es tratar de equilibrar adecuadamente el tiempo y el comportamiento que le debes a tu pareja con lo que te debes a ti mismo y a los demás como persona que interactúa socialmente, aprende, crece, enseña y ayuda. Y la cuestión es también reconocer y sentirse cómodo con sus sentimientos por otras personas, y no tener que actuar de forma inapropiada ante cada sentimiento de atracción por otra persona ni reprimirlos o ignorarlos, sino actuar adecuadamente en respuesta a ellos. Los sentimientos en sí mismos no disminuyen en absoluto los sentimientos que tienes por tu pareja ni la relación que mantienes con ella.