Las canciones eran melodías populares que su marido reconocía cuando ella las cantaba o tarareaba. Pero ella misma no podía identificarlas.
Este es el primer caso conocido de una paciente que alucina con música que le resultaba familiar a las personas de su entorno, pero que ella misma no reconocía, según los doctores Danilo Vitorovic y José Biller, del Centro Médico de la Universidad de Loyola. Los neurólogos describen este caso único en la revista Frontiers in Neurology.
El caso plantea «cuestiones intrigantes en relación con la memoria, el olvido y el acceso a los recuerdos perdidos», escriben los autores.
Las alucinaciones musicales son una forma de alucinaciones auditivas, en las que los pacientes oyen canciones, música instrumental o melodías, aunque en realidad no esté sonando esa música. La mayoría de los pacientes se dan cuenta de que están alucinando, y encuentran la música intrusiva y ocasionalmente desagradable. No hay cura.
Las alucinaciones musicales suelen darse en personas mayores. Varias condiciones son posibles causas o factores predisponentes, incluyendo el deterioro de la audición, el daño cerebral, la epilepsia, las intoxicaciones y los trastornos psiquiátricos como la depresión, la esquizofrenia y el trastorno obsesivo-compulsivo. La discapacidad auditiva es la condición predisponente más común, pero no es suficiente por sí misma para causar alucinaciones.
Vitorovic y Biller describen a una paciente con discapacidad auditiva que inicialmente alucinaba con música cuando intentaba dormirse. Al cabo de cuatro meses, oía música todo el tiempo. Por ejemplo, escuchaba una canción una y otra vez durante tres semanas, y luego empezaba a sonar otra. El volumen nunca cambiaba, y era capaz de oír y seguir conversaciones mientras alucinaba con la música.
La paciente fue tratada con carbamazepina, un fármaco anticonvulsivo, y experimentó cierta mejoría en sus síntomas.
La característica única de la paciente era su capacidad para tararear partes de algunas melodías y recordar trozos de letras de algunas canciones que ni siquiera reconocía. Esto plantea la posibilidad de que las canciones estuvieran enterradas en su memoria, pero que no pudiera acceder a ellas salvo cuando alucinaba.
«Es necesario seguir investigando sobre los mecanismos del olvido», escriben Vitorovic y Biller. «En otras palabras, ¿se pierde la información olvidada o simplemente no se puede acceder a ella?»
Vitorovic es un antiguo jefe de residentes de neurología y Biller es profesor y catedrático del Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina Stritch de la Universidad Loyola de Chicago.