15 excusas de estudiantes IRL para faltar a clase

Preguntamos a los profesores por las excusas de la vida real que los estudiantes han puesto para faltar a clase. Aquí están sus historias…

1. «Querido profesor, necesito faltar a clase hoy, porque mi perra podría estar embarazada»

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2. «Tuve un estudiante que pidió ser excusado de la clase y de escribir un trabajo porque recibió un DUI la noche anterior. Ese fue el semestre en que 3 de mis estudiantes tuvieron DUIs, cada uno de los cuales pidió ser excusado de la clase y de las tareas. Todavía lo llamo ‘El semestre del DUI'»

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3. «¿Hubo clases ayer?»

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4. «Problemas dentales/bucales (acompañados de fotos en el email)»

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5. «La pierna se acuchilló (fotos en el correo electrónico).»

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6. «Una estudiante de posgrado me dijo que no podía venir a clase el día después de que **** fuera elegido por segunda vez porque ‘América estaba arruinada’. Hablaba 100% en serio»

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7. «Tengo una audición de última hora»

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8. «Era mi cumpleaños»

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9. «Un estudiante me dijo: ‘Anoche me robaron toda la ropa en la lavandería y no tengo nada que ponerme’. (¿No llevaba ropa el alumno mientras hacía la colada)?»

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10. «Siento haber faltado a clase hoy. Sé que será una ausencia injustificada, pero se me ha caído el móvil en el baño»

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11. «Tuve que estudiar para un examen en otra clase»

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12. «Perdí la noción del tiempo cuando estaba en el despacho del director diciéndole lo increíble que eres como profesor»

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13. «¡Tengo que usar mis millas de aerolínea para el final de este mes!»

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14. «Una vez tuve un par de estudiantes que me dijeron que habían perdido una semana de clase porque tenían que ir al funeral de una abuela en Portland (bastante lejos). Cuando les pregunté en qué estado se encontraba Portland, se quedaron riendo.»

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15. «No faltar a clase, sino aparecer a mitad de la misma: ‘Siento llegar tarde hoy… tenía que llevarle un café a mi novia.’
Mi respuesta fue: ‘Bueno, todos tenemos nuestras prioridades’.»

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Esperamos que esta lista te haya sacado unas cuantas risas. La vida es rara, y a veces, también lo es la enseñanza. Y las risas, al igual que nuestros alumnos, hacen que los recuerdos de la enseñanza sean más dulces

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