¿Qué hay en tu alacena? Aunque nadie estaba preparado para los efectos de la actual pandemia, es posible que tengas algunas hierbas y especias naturalmente curativas que pueden ayudarte a desintoxicar tu cuerpo en casa. No curarán el coronavirus, pero pueden limpiar tu sistema para ayudarte a mantenerte fuerte.
Las hierbas se han utilizado durante miles de años en todas las culturas para tratar diversas dolencias y condiciones de salud. Con su larga historia, su popularidad y su eficacia, no es de extrañar que muchas personas recurran a las hierbas para ayudar a la capacidad innata de su cuerpo para desintoxicarse.
Su cuerpo necesita un apoyo nutricional continuo para la desintoxicación en curso, por lo que comer una dieta sana y equilibrada llena de alimentos enteros y no procesados es un paso vital para aligerar su carga tóxica. Como complemento a una dieta sana y al ejercicio regular, puede considerar la incorporación de algunas de estas hierbas, conocidas por sus propiedades desintoxicantes.
Debido a que las hierbas pueden desencadenar efectos secundarios e interactuar con otras hierbas, suplementos y medicamentos, siempre debe consultar a un profesional de la salud antes de comenzar un régimen de hierbas. Además, la FDA no regula los suplementos nutricionales, por lo que la fuente, la fuerza y la pureza de los productos pueden variar ampliamente.
Cilantro
Nuestros cuerpos están expuestos a metales pesados todos los días a través de los alimentos, el agua, los productos farmacéuticos, los productos manufacturados, la contaminación y más. Cuando los metales pesados se acumulan hasta alcanzar niveles tóxicos, pueden provocar una serie de síntomas y afecciones crónicas. Los compuestos químicos del cilantro actúan como agentes limpiadores naturales, uniéndose a los metales tóxicos y aflojándolos para facilitar su transporte fuera del cuerpo.
Conocido por su sabor único e inconfundible y utilizado habitualmente en la cocina mexicana, el cilantro puede incorporarse a todo tipo de alimentos: platos de aves y pescado, ensaladas, salsas, batidos y mucho más. Se puede encontrar fácilmente en las tiendas de comestibles o en los viveros, en caso de que quiera añadirlo a su jardín de hierbas.
El diente de león
se ha utilizado tradicionalmente como diurético, y las investigaciones preliminares sugieren que puede ayudar a mejorar la función del hígado y la vesícula biliar. De notable valor nutricional, el diente de león está repleto de vitaminas A, B6, C, D y K, además de minerales como el hierro, el potasio y el zinc, y niveles más altos de betacaroteno que las zanahorias.
Casi ninguna parte de la planta de diente de león se desperdicia, ya que la raíz, las hojas y las flores son comestibles y se utilizan con fines terapéuticos. Pruebe a remojar las raíces para hacer un té de diente de león, saltear las flores como guarnición o añadir las hojas crudas a su ensalada favorita.
Cardo mariano
La hierba más recomendada para apoyar la función hepática es el cardo mariano. Se ha demostrado clínicamente que su compuesto activo, la silimarina, estabiliza las membranas celulares y estimula las vías de desintoxicación. También tiene efectos antiinflamatorios, y algunos estudios sugieren que incluso puede ayudar al hígado a regenerar tejidos.
Debido a que la silimarina no es muy soluble en agua ni se absorbe bien en el organismo, la mayoría de los productos de cardo mariano son preparados estandarizados que contienen entre un 70 y un 80 por ciento de silimarina.
Trébol rojo
El trébol rojo se ha cosechado durante mucho tiempo para su uso en una variedad de preparados, incluyendo tés, tinturas, cápsulas y productos tópicos. Las flores favorecen la función hepática al estimular la producción de bilis y actúan como un eficaz diurético, ayudando a limpiar la sangre y a eliminar el exceso de líquidos del organismo. Son ricas en isoflavonas -compuestos hidrosolubles que tienen efectos similares a los del estrógeno y mejoran la circulación, la salud del corazón y los síntomas de la menopausia.
El trébol rojo es también una valiosa fuente de muchos nutrientes, como calcio, cromo, magnesio, niacina, fósforo, potasio, tiamina y vitamina C.
La cúrcuma
La cúrcuma es una planta de la familia del jengibre que se ha utilizado ampliamente en la medicina ayurvédica y china para tratar la digestión y los trastornos hepáticos. La curcumina es el poderoso componente fitoquímico que da a la cúrcuma su distintivo color amarillo brillante y estimula la producción de bilis por la vesícula biliar. La bilis elimina las toxinas del hígado y rejuvenece las células que descomponen los compuestos dañinos.
La curcumina también es reconocida por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Los estudios demuestran que incluso puede ser útil para prevenir y tratar el cáncer y la enfermedad de Alzheimer. Para obtener los máximos beneficios para la salud, se necesita algo más que un espolvoreo ocasional de cúrcuma, por lo que un suplemento puede ser el camino a seguir. Pero cocinar con cúrcuma puede ser delicioso y ventajoso.
Su sabor terroso realza las pastas, los cereales, las sopas, los huevos, las judías y los salteados de hojas verdes. Para obtener un simple impulso adicional de eficacia, sazone su plato que contenga cúrcuma con pimienta negra. Un estudio publicado en Clinical Pharmacokinetics demostró que ingerir curcumina en combinación con piperina, el alcaloide de la pimienta, aumentaba la biodisponibilidad de la curcumina en un asombroso 2000%.
