Hace años aprendí que si hay algo que nunca debo dejar de lado, son las bolsas de plástico de la compra. En mi caso, sólo porque el sonido de mis gatos lamiendo ese material arrugado era suficiente para volverme loca. Pero para una de mis amigas, mantener el plástico fuera de la boca de sus gatos es una cuestión de vida o muerte: Uno de sus queridos amigos peludos se comió lo suficiente de una bolsa de plástico como para tener que ir al veterinario de urgencia a medianoche y operarle para sacarle el material del estómago. Uno de mis gatos también tenía una extraña obsesión por lamer la emulsión de las fotografías.
¿Por qué hacen esto los gatos? Qué pasa con esa obsesión por cosas poco sabrosas e incluso potencialmente mortales? Hay varias teorías de por qué los gatos pueden llegar a hacer locuras por esos polímeros locos, y aquí están:
Entender los olores de la comida
Los plásticos blandos son porosos y atrapan el olor de lo que haya contenido en ellos. El sentido del olfato de los gatos es incluso más fuerte que el de los perros, y dado que ponemos todo, desde la carne hasta el pescado, pasando por los sándwiches, en plástico, tiene sentido que incluso el más leve olor de una golosina tentadora pueda llevar a lamer y quizás incluso a tragar plástico.
Diversión crujiente
Una bolsa de la compra hace todo tipo de ruidos chulos, que en cierto modo imitan los sonidos de pequeños roedores correteando por la hierba y las hojas.
El factor almidón de maíz
Cada vez son más las bolsas de plástico de la compra fabricadas con materiales biodegradables que contienen almidón de maíz. Parece que a algunos gatos les resulta atractivo el olor y el sabor del almidón de maíz.
Lubricantes lamibles
Los plásticos se tratan con estearatos, que se derivan del sebo. He visto algunas fuentes que dicen que la lanolina (el aceite que hace que el pelaje de las ovejas se sienta grasiento) también se utiliza en la producción de plástico. Cualquiera de estas cosas podría ser tentadora para un carnívoro curioso. La gelatina también se utiliza en la emulsión fotográfica, por lo que puede explicar el extraño encanto de esos viejos momentos Kodak.
Es una cuestión de textura
Algunos expertos piensan que la suave textura del plástico se siente bien en la lengua de un gato. También se piensa que la temperatura del plástico puede ser un factor, pero en mi experiencia, el plástico capta muy rápidamente la temperatura ambiente de la habitación en la que se encuentra.
Feromonas
Algunos plásticos contienen sustancias químicas que pueden imitar las feromonas u otros atrayentes, y es posible que lamer el plástico pueda ser una extensión de la reacción de flehmen (un comportamiento en el que un animal curva hacia atrás sus labios superiores, inhala, y a menudo mantiene esta posición durante varios segundos). Esto también podría explicar por qué a algunos gatos les gusta orinar en las bolsas de plástico.
Cortocircuito mental
Algunos gatos adquieren el hábito de comer elementos no alimentarios. Esta condición, llamada pica, a veces se considera una compulsión mental y a veces se piensa que es un intento de tratar de obtener nutrientes necesarios que no están presentes en la dieta del gato.
¿Qué opinas? Tienes alguna otra idea sobre por qué los gatos están obsesionados con el plástico? Tienes un gato obsesionado con el plástico y qué plásticos son sus favoritos? Opina en los comentarios.
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Sobre JaneA Kelley: Mamá gatuna punk-rock, nerd de la ciencia, voluntaria de un refugio de animales y geek en general con una pasión por los malos juegos de palabras, la conversación inteligente y los juegos de aventuras de rol. Acepta con agradecimiento y gracia su condición de esclava jefa de los gatos de su familia de blogueros felinos, que escriben su premiado blog de consejos sobre gatos, Paws and Effect, desde 2003.