Si aún no te has hecho una prueba de embarazo o una ecografía para confirmarlo, es posible que hayas experimentado algunos síntomas que te hagan preguntar «¿Estoy embarazada?» Hay algunos signos que podrían apuntar a esa posibilidad. Esto es lo que hay que tener en cuenta al principio del embarazo:
Falta de la regla
El indicador más obvio, y el primero que muchas mujeres notan, es la falta de la regla. Si tienes un ciclo menstrual de 28 días y tienes un retraso de una semana, debes hacerte una prueba de embarazo. Las pruebas de embarazo caseras pueden detectar el embarazo de forma fiable cuando no se tiene la regla. Con un resultado positivo, debes ponerte en contacto con tu médico para iniciar la atención prenatal.
Te sientes hinchada
De forma similar a lo que podrías experimentar antes de un periodo regular, puedes empezar a sentirte hinchada durante el inicio del embarazo. A algunas mujeres les puede resultar difícil diferenciar entre estar hinchada o embarazada, ya que comparten síntomas comunes. Al principio del embarazo, la progesterona aumenta para preparar al útero para los nuevos cambios. La progesterona puede ralentizar la digestión, lo que puede provocar gases atrapados en los intestinos, causando hinchazón abdominal.
Náuseas y vómitos
A menudo se denominan náuseas matutinas, no se limitan a ningún momento específico del día y pueden ser leves e irritantes, hasta debilitarse significativamente, lo que puede requerir atención médica. A partir de la cuarta o quinta semana y hasta las 16 semanas aproximadamente, el rápido aumento de las hormonas puede causar problemas de náuseas y vómitos. Después de las 16 ó 17 semanas, muchas mujeres empiezan a notar que las náuseas se resuelven. Comer a menudo en pequeñas cantidades, comer galletas saladas, beber mucho líquido y descansar adecuadamente debería ayudar a aliviar las náuseas matutinas.
Antojos y aversiones a la comida
Algunas mujeres experimentan antojos o aversiones a la comida al principio del embarazo, lo que puede estar relacionado con los cambios hormonales que está experimentando su cuerpo. Intenta mantener una dieta saludable para asegurarte de que tu bebé en crecimiento recibe todos los nutrientes esenciales que necesita. Si no puedes digerir algo, no intentes forzarte a comerlo. Come a escondidas algunas frutas y verduras, y asegúrate de tomar una vitamina prenatal de alta calidad para ayudar a complementar los nutrientes que te puedan faltar. Su médico puede ayudarle a superar los antojos y las aversiones y ofrecerle consejos para aliviar los síntomas.
Fatiga y agotamiento
La fatiga puede ser abrumadora en los primeros meses de embarazo. El cuerpo de la mujer está haciendo crecer a un bebé a un ritmo increíble, consumiendo energía y dejándola sintiéndose cansada durante sus reuniones matutinas, sus llamadas telefónicas vespertinas o sus citas nocturnas. El cansancio puede producirse en cualquier momento del día y, a veces, puede ser el único signo de embarazo de la mujer. Muchos de los cambios normales que se producen en el cuerpo de la mujer en las primeras etapas del embarazo (disminución del azúcar en sangre, reducción de la presión arterial y aumento de los niveles de progesterona) pueden ser causa de fatiga. Las aversiones a la comida y las náuseas también pueden agravar la fatiga si la mujer tiene dificultades para comer, debido a la falta de proteínas y energía que consume. Si experimentas agotamiento, asegúrate de descansar mucho. Duerma una siesta cuando pueda, programe un poco más de tiempo de inactividad para usted y trate de hacer ejercicio algunos días a la semana.
Sensibilidad y dolor en los senos
La sensibilidad o el dolor en los senos es otro signo potencial de los primeros meses de embarazo. A medida que las hormonas aumentan, el tejido mamario responde expandiéndose e hinchándose, lo que puede causar molestias. Tus pechos pueden empezar a sentirse más pesados y llenos, por lo que encontrar un sujetador cómodo y de apoyo podría ser una prioridad en tu lista de compras.
La constante necesidad de orinar
Si has notado que haces frecuentes viajes al baño por la noche, puede que estés experimentando un síntoma del inicio del embarazo. La micción frecuente puede ser un problema muy temprano en el embarazo, ya que los riñones están trabajando más y su útero se está expandiendo para dar cabida a su bebé en crecimiento. Aunque es importante que te mantengas hidratada durante el embarazo, puedes reducir la cantidad de líquidos que bebes en las horas previas a acostarte. Evitar el exceso de cafeína también puede ayudar a reducir la necesidad de ir a la cama.
Estreñimiento
El estreñimiento es otro de los cambios típicos de una madre embarazada temprana. Los niveles elevados de progesterona hacen que el tracto digestivo de la mujer sea más lento. Esto permite que los nutrientes se absorban más fácilmente para el bebé, pero también crea un incómodo problema de estreñimiento. Asegúrese de beber mucha agua, ya que esto puede ayudar a aliviar el estreñimiento y la hinchazón.
Calambres leves
Los calambres son un signo común del inicio del embarazo. En el primer trimestre, se desarrolla un quiste ovárico, llamado quiste del cuerpo lúteo, que produce progesterona para favorecer el crecimiento del embarazo. A medida que el embarazo avanza hacia el segundo trimestre, este quiste suele desaparecer. Sin embargo, puede ser la fuente de un dolor o plenitud en la pelvis de la mujer durante las primeras etapas del embarazo. El propio útero, que crece y se expande, también puede ser fuente de molestias en la parte baja del abdomen, ya que el músculo uterino crece y se expande para acomodarse a la maduración del embarazo. Los baños calientes, el yoga suave o incluso tumbarse pueden ayudar a aliviar las molestias. Llame a su médico de inmediato si tiene un dolor abdominal bajo significativo o severo que no se resuelve por sí solo.
Muchos de estos síntomas no son únicamente exclusivos del embarazo, y algunos pueden incluso indicar que su período está a punto de comenzar. Sin embargo, si no tiene la regla y nota varios de estos síntomas, hágase una prueba de embarazo casera o acuda a su médico. Para más información sobre nuestro departamento de Obstetricia, haga clic aquí.