Las opciones de tratamiento incluyen:
- Cirugía
- Medicación
- Radioterapia
Tratamiento de la acromegalia: Cirugía
Su médico puede recomendar la extirpación quirúrgica de los tumores como su mejor oportunidad de curación. Sin embargo, si el tumor ha invadido más allá de la silla turca (el espacio donde se asienta la glándula pituitaria normal), las posibilidades de curación quirúrgica son menores. En ese caso, el médico puede recomendar otras opciones de tratamiento, como la medicación o la radioterapia.
Los pacientes deben considerar seriamente la posibilidad de buscar la atención de un neurocirujano experimentado, que realice un gran número de cirugías hipofisarias cada año. Los estudios han demostrado:
- La primera cirugía ofrece la mayor posibilidad de curación, mientras que la tasa de curación con una segunda o tercera cirugía es mucho menor.
- Las nuevas técnicas quirúrgicas, como el abordaje endonasal expandido y endoscópico, permiten a los cirujanos curar tumores hipofisarios que antes se consideraban irresecables (incapaces de ser extirpados quirúrgicamente).
- La curación a largo plazo de la acromegalia después de la cirugía se produce en aproximadamente el 80 por ciento al 85 por ciento de los pacientes con tumores más pequeños (microadenomas) y en aproximadamente el 50 por ciento al 60 por ciento de los pacientes con tumores más grandes (macroadenomas).
- Las inyecciones de análogos de la somatostatina (octreotida, lanreotida), que suelen administrarse a los pacientes mensualmente, suprimen la producción de la hormona del crecimiento en aproximadamente el 70 por ciento de los pacientes.
- Se produce una reducción significativa del tumor en el 30-50 por ciento de los pacientes.
- Las inyecciones suelen mejorar los síntomas de hinchazón de los tejidos blandos, dolor de cabeza, dolores articulares y apnea del sueño.
- Los pacientes requieren un tratamiento de por vida con somatostatina.
- Fármacos que bloquean la acción de la hormona del crecimiento en las células hepáticas, como una inyección diaria de Pegvisomant. Cuando son eficaces, los niveles de IGF-1 pueden normalizarse, pero las hormonas del crecimiento elevadas permanecen.
- Fármacos que imitan el efecto de la dopamina, como la cabergolina, son eficaces en un pequeño número de pacientes. Estos medicamentos son los mismos que se utilizan para tratar los prolactinomas.
Si los adenomas hipofisarios requieren cirugía, normalmente el mejor procedimiento es a través de un enfoque nasal. Nuestros neurocirujanos especializados en cirugía de tumores hipofisarios son expertos en la técnica endoscópica endonasal mínimamente invasiva. Este procedimiento elimina el tumor minimizando las complicaciones, el tiempo de hospitalización y las molestias. Esta técnica avanzada requiere una formación y un equipo especializados.
Los tumores muy grandes que se extienden hasta la cavidad cerebral pueden requerir la apertura del cráneo (craneotomía) para acceder al tumor. Nuestros cirujanos también son expertos en la craneotomía mínimamente invasiva de «ojo de cerradura», utilizando una pequeña incisión oculta en la ceja.
Tratamiento de la acromegalia: Medicación
En los últimos años, el tratamiento médico de la acromegalia ha mejorado. En algunos casos, los médicos utilizan la medicación, y no la cirugía, como primer curso de tratamiento. Sin embargo, en muchos casos, los pacientes necesitan tanto terapias médicas como quirúrgicas para controlar la acromegalia.
Los medicamentos incluyen:
Tratamiento de la acromegalia: Radioterapia
Para algunos pacientes, la cirugía o los medicamentos no son suficientes para controlar la acromegalia. En estos casos, los médicos pueden recomendar la radiocirugía estereotáctica. La radiocirugía estereotáctica es una técnica en la que los médicos dirigen una dosis de radiación muy focalizada al tumor. Se necesita una media de 18 meses para reducir los niveles de GH e IGF-1.
El haz de radiación está diseñado para dirigirse únicamente al tumor. Las estructuras cerebrales circundantes reciben sólo una fracción de la dosis de radiación y normalmente no resultan dañadas, con la excepción de la glándula pituitaria normal.
Una consecuencia del tratamiento con radiación es que puede causar una insuficiencia pituitaria retardada. Esto suele ocurrir varios años después del tratamiento y, por lo tanto, es importante un seguimiento continuo a largo plazo con un endocrinólogo. Puede ser necesario el reemplazo hormonal.
Ensayos clínicos
El Programa de Tumores Hipofisarios de la UCLA tiene ensayos clínicos en los que se prueban nuevos medicamentos para el tratamiento de la acromegalia.
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