Actividades de transición de 5 minutos para días ajetreados

Un juego de «estatua»
Nos encanta jugar a la estatua mientras esperamos en la cola para el almuerzo o los especiales. Una persona es «eso» y dice estatua. Todos los demás niños se congelan y tratan de parecerse lo más posible a una estatua. La persona que es «eso» elige al que más se parece a una estatua para empezar una nueva ronda. Es un juego fantástico, imaginativo y tranquilo. -Ruth Ewell, Lone Tree, CO, Primer grado

Empieza una bola de nieve
Juego a la bola de nieve con mi clase cuando tenemos unos minutos extra. La regla es que todos deben permanecer en silencio a menos que se les señale. Empiezo señalando a un alumno y dándole un dato de adición como, por ejemplo, 7+9. Puede pensar todo lo que quiera, pero no debe decir uh, um, o cualquier otra cosa que no sea la respuesta. Cuando el alumno responde 16, rápidamente me dirijo a otro alumno, señalo y digo más 5, y ese alumno debe sumar cinco a la respuesta del alumno anterior. Si un niño no ha oído la otra respuesta, no la ha seguido mentalmente y, por tanto, no puede responder correctamente, o si dice algo distinto a la respuesta (por ejemplo, no he oído lo que ha dicho), el juego vuelve a empezar. El objetivo es llegar a 100 sin errores y sin decir nada más que la respuesta correcta. Llevamos la cuenta de hasta dónde llegamos sin equivocarnos y siempre nos esforzamos por superar, al menos, nuestra puntuación más alta.

Es un buen juego porque a los alumnos con dificultades en matemáticas se les puede llamar al principio del juego y darles problemas más sencillos, mientras que a los magos de las matemáticas se les puede retar. Esto también se puede trasladar a la resta (donde se empieza por 100 y se intenta llegar a cero) o a la multiplicación. -Debbie Herman, Fowler, CA, Cuarto grado

Moviendo al ritmo de la música
Una actividad que disfruto es la llamada Moliendo al ritmo de la música. Hace que los alumnos se levanten y se muevan, repasen información o simplemente se conozcan mejor. Pongo un CD (con música lenta) y les pido a mis alumnos que imaginen que están patinando lentamente por la sala. Cuando la música se detiene, se dirigen a la persona más cercana (deja algo de tiempo para ello) y le cuentan un dato, como su comida favorita. En cuanto cada uno de los niños haya tenido la oportunidad de hablar, se colocan espalda con espalda. Vuelve a sonar la música y se repite la actividad. Puedes pedir que la clase se dé un dato de adición, que nombren a los protagonistas de una historia que acaben de leer o que digan las formas de hacer plural los sustantivos que terminan en la consonante Y. Las ideas son ilimitadas. -M. Taylor, Columbia City, IN, Tercer grado

Let’s Boogie
Disfruto usando el CD Volumen 2 de Greg y Steve. A nuestra clase le encanta hacer el Boogie Walk, el Popcorn Dance y el Freeze Dance. Las canciones son animadas y de moda. Bailamos mientras otros están limpiando los centros, preparándose para ir a la cafetería o a la biblioteca. -Cindy, San Diego, CA, Kindergarten

Tall Tales
Entro en mi clase riendo sin remedio y luego pido a mis alumnos que adivinen lo que puede haber provocado mi risa. Ellos adivinan y al hacerlo, cada uno suministra una línea para formar una historia completa. Esto ocurre una vez a la semana. Encuadernamos este libro de cuentos, con el nombre del autor y sus aficiones, y lo presentamos en la reunión anual de padres y profesores. Cuando los alumnos lo ven por primera vez, se emocionan muchísimo. -Shafina, Nueva Delhi, India, quinto curso

Mi clase tiene un rincón de problemas en el que mis hijos y yo nos sentamos a discutir los problemas de los alumnos. Yo no participo; simplemente animo a los alumnos a compartir. Después de escuchar todos los problemas, se elige un problema y se empieza a discutir. Voy anotando el acta de la reunión y registro las sugerencias para ese problema planteadas por varios alumnos. Al final del año, la clase puede ver realmente cuánto han ayudado a sus amigos. -Shafina, Nueva Delhi, India, sexto grado

¿Qué es ese trofeo?
Mi clase y yo jugamos a un juego en el que discutimos qué es un trofeo. Animo a los alumnos a pensar de forma creativa preguntándoles qué aspecto tendrían si fueran trofeos de diversos eventos. En primer lugar, pido a los alumnos que se repartan por la sala. Luego les digo: «Mostradme qué aspecto tendríais si fuerais un trofeo de un concurso de minigolf (o de una liga de bolos, etc.)». Los alumnos se colocan en esa posición y deben mantenerla. Es sorprendente la cantidad de ideas que surgen y los alumnos también ofrecen muchas sugerencias estupendas. Juega todo el tiempo que quieras o sólo cinco minutos. -Nombre oculto, Cincinnati, OH, Kindergarten

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