Hola a todos, bienvenidos al jueves de bricolaje. Esta semana he visto esa tos seca que anda por ahí y he recetado un emplasto de mostaza todos los días, así que he pensado en escribirlo para que lo podáis encontrar después. También hice un vídeo (¡largo!) sobre cómo hacerlo, pero voy a resumir los pasos y el fundamento aquí por si no tenéis tiempo de verme hacerlo.
Primero, lección de historia. Los emplastos de mostaza no son algo nuevo- pregúntale a tu abuela. Esta es la forma en que los resfriados, la bronquitis y la neumonía se trataban a principios de 1900. Este tratamiento llegó a aparecer en el New England Journal of Medicine por su eficacia durante la epidemia de gripe española. Últimamente han caído en desgracia, lo que es una pena porque 1) no son tóxicos, 2) están hechos de cosas que probablemente ya tienes y 3) son seguros para muchas personas que no están bien atendidas por la medicina convencional para esas afecciones pulmonares. Las tiritas de mostaza son seguras durante el embarazo y la lactancia.
El principio básico detrás de hacer un emplasto de mostaza es que estás trayendo sangre a un área que lo necesita – los pulmones. Una vez que el aumento de la circulación llega a los pulmones, su propio sistema inmunológico le ayuda a limpiar la acumulación de flema y a eliminar los microbios. La mostaza es un rubefaciente, lo que significa que te pone rojo. En esta receta la cortamos con harina porque la mostaza puede ser bastante irritante, e incluso es posible que se formen ampollas en la piel. No te preocupes, te diré cómo hacerlo de forma segura y con quién no debes probar esto.
Paso uno: mezcla una parte igual de mostaza seca molida con harina (cualquier harina vale.) Usa menos mostaza para los niños, los ancianos o las personas con sensibilidad disminuida.
Paso dos: Añadir un poco de agua caliente para convertir la mezcla de mostaza en una pasta.
Paso tres: Ponga la pasta sobre una capa fina de tela o gasa, y luego doble la tela para intercalar el esparadrapo en el centro.
Paso cuatro: Ponga algún tipo de aceite en la piel que va a tratar, y luego aplique el paño en esa zona. Asegúrelo con una venda o simplemente manténgalo quieto.
Paso cinco: compruebe la piel bajo el esparadrapo cada par de minutos. Procure comprobarlo más a menudo que no. Busque un enrojecimiento de la piel, pero no debe dejar que se queme. No utilice esto durante más de 20 minutos.
Paso 6: Retirar el esparadrapo y lavar la piel.
Paso siete: repetir cada 4-6 horas según sea necesario.
Tenga mucho cuidado con cualquier persona que no pueda decirle que el esparadrapo está demasiado caliente (bebés, niños pequeños, ancianos, personas con sensibilidad disminuida, personas dormidas. Y tenga cuidado con cualquier persona que tenga dificultad con su circulación.
Este tratamiento, a pesar de haber caído en desgracia, es mi recurso para mis propias infecciones pulmonares y mi hijo mayor, que intenta ser una fábrica de neumonía. Para obtener más consejos útiles y tratamientos de bricolaje, añada su correo electrónico a nuestra lista de noticias.