Heading

Hoy en día, en esta sociedad tan competitiva, las personas están sometidas a mucho estrés y presiones, la vida se desarrolla a un ritmo rápido y, como resultado, el alma, la mente y el cuerpo no están en equilibrio. La gente se deja llevar por las exigencias y los estándares establecidos por otros a través del trabajo, los anuncios, los amigos y la familia. Mucha gente no tiene tiempo para encontrar la paz o para sintonizar con su sistema de guía interior natural e instintivo. Aunque la gente ha oído hablar de los términos «instinto visceral» o intuición, no sabe lo que es ni le presta atención. La gente no es consciente de que la intuición es nuestra conexión natural con la sabiduría de la naturaleza, un mecanismo natural o instinto de supervivencia que nos guía en la dirección correcta para maximizar el potencial y la felicidad en la vida. En las últimas décadas, la gente se ha alejado de su instinto natural o sistema de guía interior, ya que la vida, con la tecnología moderna, se ha vuelto más fácil y la supervivencia ya no depende de nuestro instinto visceral. La gente ha recurrido a la lógica y al razonamiento y está acostumbrada a tomar decisiones con la cabeza, permitiendo que la lógica, en lugar del sentimiento interior, predomine en la toma de decisiones. Cuando esto sucede, la gente empieza a hacer concesiones en la vida, haciendo lo que creen que deben hacer en lugar de lo que realmente quieren hacer y, como resultado, no alcanzan esa sensación de plenitud y verdadera felicidad.

Como resultado, un número cada vez mayor de personas están empezando a sufrir trastornos como el estrés, la ansiedad, la depresión, el miedo al futuro, el aburrimiento, la baja confianza y son infelices en sus vidas. Para frenar esta nube oscura que está amenazando a la humanidad, es hora de que la gente empiece a reconocer y conectar con su sistema de guía interior y, al hacerlo, vuelva a estar en equilibrio, siguiendo su propio plan natural y el camino de la vida que es correcto para ellos, en lugar de una vida comprometida dirigida a satisfacer los estándares establecidos por otros y las presiones creadas por la sociedad. Como humanos, a veces tenemos miedo de hacer lo que queremos, nos preocupa que el dinero sea problemático, nos preocupa lo que puedan pensar los demás, nos gusta quedarnos en el status quo y a menudo no vivimos nuestra verdad. Necesitamos aprender a confiar en la sabiduría de la naturaleza y de lo Divino, hablar y vivir nuestra verdad y seguir la guía que viene de nuestro interior. A través de la conexión con la Inteligencia Universal/Dios de tu entendimiento una persona puede empezar a aprovechar esa energía universal/sabiduría de la naturaleza y como tal empezar a atraer todo lo que necesitan en sus vidas para permitirles crecer y florecer.

El Cuerpo

El cuerpo físico está diseñado para comunicar sus necesidades, disgustos, problemas a través de la percepción sensorial. Nuestras acciones están dirigidas a satisfacer nuestros deseos que se ponen de manifiesto a través del sentido de la vista, el olfato, el gusto, el tacto y el oído. Nuestro cuerpo refleja nuestro ser interior, si nuestra mente, cuerpo y alma están en equilibrio entonces nuestro cuerpo está en equilibrio. La enfermedad se produce cuando la mente, el cuerpo y el alma no funcionan en armonía; el término enfermedad representa la confusión que se crea cuando estos tres componentes no están alineados. El cuerpo es una máquina compleja diseñada por la naturaleza para servir al espíritu/alma. Sin el alma o la conexión con la fuerza vital, el cuerpo es inútil. Después de la muerte, el cuerpo decae y no puede funcionar. En la sociedad actual la gente ha perdido la noción de lo importante que es el alma/espíritu y cómo utilizarlo para maximizar nuestra experiencia de vida.

Para ello los sentidos deberían utilizarse para apoyar al alma, guiándonos hacia las cosas que están en armonía con nuestro camino de vida o que son buenas para nosotros. Sin embargo con el tiempo los sentidos se han alineado con la mente o el cerebro. Cuando el cerebro dirige, y se hacen elecciones de vida que no están en verdadera alineación con el deseo del alma, experimentamos desarmonía y los sentidos empiezan a funcionar de una manera que quiere satisfacer y devolver un sentido de equilibrio y paz. Las emociones negativas surgen cuando no estamos en equilibrio. Cuando una persona está totalmente conectada estas emociones se disipan rápidamente, la confianza en el Creador o la sensación de saber que la sabiduría de la naturaleza te apoya te permite soltar rápidamente la energía de baja vibración como la tristeza, el miedo, la inseguridad, la desesperanza, el pánico, la infelicidad, el aburrimiento, los celos o la ira. Cuando una persona carece de conexión estas emociones negativas pueden quedarse con una persona durante mucho tiempo e incluso ganar intensidad con el tiempo.

Los sentidos, en estos casos, trabajan para contrarrestar estas emociones , las personas pueden empezar a anhelar excesivamente las cosas que les han traído algún estado de felicidad sin importar si la felicidad era temporal o no. La gente anhela cosas como el dinero, el azúcar, el chocolate, el sexo, el alcohol, las drogas, la atención, la ropa bonita y los objetos nuevos, la música orientada a la liberación de la ira, la frustración o las lágrimas. Las personas pueden anhelar nuevas experiencias en un esfuerzo constante por obtener satisfacción y equilibrio. Cuando la dirección del cerebro contradice los deseos del espíritu, suprimimos nuestra verdad, nuestro instinto natural y puede producirse una distorsión. Por un lado, la lógica nos dirige en una dirección, el espíritu y el alma en otra, el cerebro percibe el desequilibrio y la química del cuerpo responde. Los deseos reprimidos, la infelicidad, el aburrimiento, el letargo, la ansiedad, el estrés, la preocupación, la tristeza, los celos, la ira, la pérdida, la soledad, el vacío y la sensación de insatisfacción pueden provocar un deterioro de la salud y, con el tiempo, llevar a la enfermedad.

La mente

La mente puede funcionar a diferentes niveles, es el mecanismo de pensamiento que impulsa a nuestro cuerpo físico a experimentar, trabaja con el cerebro y el alma y, como tal, determina cómo responde el cuerpo. Cuando nacemos estamos conectados a la Inteligencia Universal, nuestra mente sigue nuestra guía natural. Cuando un bebé nace sigue naturalmente su deseo de mamar del pecho de la madre y de llorar cuando necesita algo. No hay ningún análisis en la mente sopesando las ventajas y desventajas de mamar o llorar. Con el tiempo, la mente pierde esta fuerte conexión con la intuición a medida que los estímulos del entorno empiezan a influir en el comportamiento. Las acciones generan respuestas, dolor, risa, tristeza, ira y con el tiempo la mente crea un banco de memoria que sirve para influir en las acciones futuras. A medida que este banco de memoria crece, la mente empieza a tomar decisiones basadas en las respuestas aprendidas. El banco de memoria se amplía para incorporar respuestas influidas por el conocimiento, las exigencias sociales, las expectativas familiares, las presiones materiales y las influencias de los medios de comunicación. La mente es bombardeada con una miríada de señales que influyen en nuestras acciones y es dentro de este revoltijo de mensajes que con el tiempo nuestra conexión con la Inteligencia Universal o la sabiduría de la naturaleza, nuestra intuición natural, puede perderse. La mente empieza a depender de las respuestas aprendidas en lugar de las intuitivas y puede surgir una discrepancia con el camino del alma, creando insatisfacción y desequilibrio. Cuando esto sucede, las personas pueden enfrentarse a la decepción, el fracaso, el estrés, la ansiedad, la pérdida de fe, la pérdida de autoestima, la baja confianza, el miedo al futuro, la desesperanza y la depresión.

Es tan importante que nuestra mente esté alineada con nuestra alma/espíritu, que tomemos decisiones que se sientan correctas, que permitamos que nuestros cuerpos y acciones sean guiados por esa fuente de Inteligencia Infinita y sabiduría que crea y conduce todo en la naturaleza. Todo el mundo merece ser feliz, hemos nacido para experimentar la vida, para cumplir nuestros deseos y contribuir al mundo en el que vivimos de una manera que satisfaga nuestra alma. Todos somos diferentes, no estamos diseñados para ser una réplica perfecta de los demás y a través de seguir nuestro sistema de guía interior podemos aprender a descubrir nuestros dones únicos y talentos naturales que están conectados a nuestro camino del alma, convertirnos en nuestro verdadero yo y aportar nuestra sabiduría única al mundo. En este estado conectado, nuestra alma, mente y cuerpo están en equilibrio, aportando salud y bienestar a nuestras vidas y, en última instancia, la verdadera felicidad en nuestras vidas.

El alma

El alma es el núcleo de nuestro ser. Nunca podremos experimentar la felicidad suprimiendo nuestro espíritu y nuestra alma. La mente necesita alimentar el alma sin la cual la vida no existe. Al conectar con nuestro sistema de guía interior y elevar nuestra conciencia, la mente alimenta el alma y somos capaces de alcanzar una profunda paz y felicidad interior. El alma es capaz de establecer una conexión con la Divinidad/Inteligencia Universal/Dios de tu Entendimiento/Sabiduría de la Naturaleza y obtener la verdadera felicidad en la vida.

El resultado es que nos volvemos felices tanto por dentro como por fuera. Somos capaces de encontrar el verdadero sentido de nuestras vidas, la felicidad se gana y se extiende a nuestro alrededor.