El sabor y la textura de una tarta de queso clásica siempre es mejor al día siguiente de hornearla, así que planificarla con antelación es parte del trato. A veces, como cuando organizas una fiesta y necesitas tachar algo de la lista, es bueno preparar el postre con mucha antelación.
La tarta de queso no es una tarea fácil. Por suerte, se adapta perfectamente a la congelación, y una tarta de queso en el congelador puede sentirse como dinero en el banco. Descongélala durante unas horas y tendrás un postre instantáneo y muy impresionante.
Los pasos básicos para congelar una tarta de queso
Aquí tienes los pasos básicos:
- Enfría la tarta de queso completamente antes de refrigerarla.
- Enfría bien la tarta de queso en la nevera.
- Corta la tarta de queso en porciones, si quieres, o déjala entera.
- Coloca la tarta de queso en un redondel de cartón.
- Envuélvela bien en papel de plástico y luego en papel de aluminio.
- Congela hasta 1 mes para que tenga un sabor óptimo, 2 meses es el máximo.
- Congela en la nevera, en la encimera o en el microondas antes de servir.
Veamos cada uno de estos pasos por separado.