Muchos de nosotros formamos relaciones estrechas en el trabajo, a través de nuestros compromisos sociales o de las redes sociales, y nos mantenemos en contacto a través de mensajes de texto y posts. Sin embargo, algunas de esas amistades se profundizan y se vuelven más intensas. El apego y la implicación aumentan a medida que pasas más tiempo con esa persona, piensas en ella o te comunicas con ella. Esto puede llevar a lo que se ha acuñado como una «aventura emocional».
En un artículo titulado, 12 señales de advertencia de que se trata de una infidelidad emocional – y no de una ‘simple amistad’, la doctora Athena Staik describe lo siguiente:
- Pensar y decir que eres ‘sólo amigo’ de alguien una y otra vez.
- Tratarlo como un confidente, compartiendo temas íntimos.
- Discutir aspectos problemáticos de su matrimonio y de su pareja.
- Compararlo verbal y mentalmente con su pareja.
- Pensar o soñar despierto de forma obsesiva con la persona.
- Creer que esta persona «te entiende» como ninguna otra.
- Retirarse de las actividades habituales con su pareja, familia o trabajo para pasar tiempo con la persona.
- Mantener en secreto lo que haces y ocultar tu rastro.
- Mantener una lista creciente de razones que justifiquen tus comportamientos.
- Fantasear con el amor o una relación sexual con la persona.
- Dar o recibir regalos personales.
- Planear pasar tiempo a solas con la persona o dejarlo pasar.
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- Asume la responsabilidad – incluso si no ha habido contacto físico. Negarlo o culpar a la falta de atención de tu pareja te impedirá volver a centrarte en ella.
- Pregúntese por qué se involucró tanto. Se está tambaleando su matrimonio? Necesita trabajar en su autoestima? Saber por qué se involucró tanto en primer lugar le ayudará a resolver los problemas subyacentes y a evitar caer en otra aventura emocional más adelante.
- La aventura debe terminar. Sí, duele. Y no, no es posible desvincularse en parte y seguir siendo amigos. Aunque puede ser complicado si la relación es con un compañero de trabajo. En esos casos, mantén todas las interacciones futuras estrictamente profesionales y en un mínimo absoluto.
- Dirija toda la energía que estaba poniendo en su aventura emocional de nuevo a su relación principal. Pase más tiempo con su pareja y, si hay problemas, busque asesoramiento. Su Programa de Asistencia al Empleado y la Familia (EFAP) puede ayudarle a acceder a un consejero en su zona.
- Monitoriza tu relación. Si hay algo que falta, intenta solucionarlo. Evalúa si vuestras necesidades mutuas están siendo satisfechas.
- Valora la intimidad de vuestra relación. Revela todo lo que puedas de ti mismo al otro. Verá que es menos necesario formar una amistad íntima con otra persona.
- Manténgase alerta a las tentaciones. Ten mucho cuidado de involucrarte en primer lugar. Una vez superado cierto punto de conexión emocional, es muy difícil dar marcha atrás.
- No coquetees. Así es como empiezan las aventuras. Coquetear no forma parte de una amistad inocente. Si crees que puede haber un problema con alguien con quien coqueteas, probablemente haya un problema.
- Reconoce tus zonas de peligro. Para algunos podría ser el lugar de trabajo, donde hay oportunidades de tomar cafés o almuerzos con la misma persona todo el tiempo. Para otros, las redes sociales pueden proporcionar una sensación de seguridad porque estás detrás de una pantalla de ordenador y los intercambios pueden ser privados. Aprenda a reconocer y limitar las situaciones y comportamientos que podrían contribuir a una aventura emocional.
Separar los lazos
A menudo, las personas encuentran que terminar una aventura emocional es más fácil de decir que de hacer. Esto se debe a que las relaciones comprometidas implican realidad mientras que las aventuras emocionales implican fantasías y sueños… y abandonar una fantasía puede ser difícil.
Si te encuentras en la resbaladiza pendiente hacia una aventura emocional, ¿qué puedes hacer para recuperar el equilibrio?
Jugar a lo seguro
Entonces, ¿cómo evitar que se repita el mismo error en el futuro?
- Notar cuando se tienen problemas en la relación es fácil, pero puede ser más difícil averiguar el motivo. Siéntate con tu pareja y habla con franqueza sobre tus sentimientos y preocupaciones. Evita pensar en el pasado e identifica lo que se puede hacer para mejorar la relación en el futuro. El asesoramiento también puede ayudar a resolver los problemas subyacentes que pueden impedir que seáis verdaderamente felices. Si tienes dudas, esto te ayudará a decidir si debes quedarte y solucionarlo, o seguir adelante. Trabajar los problemas de la relación puede ayudarte a construir una relación más fuerte y mejor, basada en el amor, la confianza y el compromiso mutuos.