De la huerta al vaso, la remolacha está teniendo una segunda vida. Este zumo de color joya es una bebida deliciosa y llena de nutrientes con una lista casi interminable de beneficios para la salud. Puede ayudar a reducir la inflamación y la presión arterial o a mejorar la resistencia, por nombrar sólo algunos. Además, la bebida es naturalmente dulce. A continuación te explicamos cómo preparar esta potente bebida en casa.
Cómo hacer zumo de remolacha sin exprimidor
¿No tienes exprimidor? ¡No hay problema! Todo lo que necesitarás es una licuadora -que es la que utiliza nuestra Cocina de Prueba- y nuestro tubérculo favorito. Si quieres ser creativo, echa tus complementos favoritos en la licuadora durante el segundo paso.
Paso 1: Asar las raíces
Lava las remolachas para eliminar cualquier grano, y recorta las hojas y la punta inferior. Pícalas en trozos grandes. Asar las remolachas a 400° durante unos 55-65 minutos, o hasta que estén tiernas.
Paso 2: Licuar las remolachas
Colocar las remolachas cocidas en una licuadora y pulsar hasta que estén suaves. Disfruta!
Consejo del editor: Cuela el zumo en un vaso para asegurarte de que no hay trozos de pulpa.
Cómo hacer zumo de remolacha con un exprimidor
¿Tienes que cocer la remolacha antes de hacerla zumo? ¡¡¡No!!! Usar un exprimidor como este reduce el trabajo necesario para hacer tu zumo de remolacha, ya que no es necesario asarlas. Después de lavar, recortar y trocear las remolachas (también puedes pelarlas, si quieres) sólo tienes que introducirlas en el exprimidor.
¿Qué puedo añadir al zumo de remolacha?
Aunque está delicioso solo, el zumo de remolacha también es un lienzo perfecto para una variedad de sabores diferentes. Para darle un toque picante, añade un poco de jengibre a tu zumo. El jengibre puede ayudar a reforzar el sistema inmunológico, promover una piel sana y mucho más. Para una explosión de cítricos (y vitamina C), se pueden añadir naranjas o limas. La miel aporta un dulzor adicional. Y las frutas como las manzanas o las ciruelas pueden ayudar a equilibrar el sabor de la remolacha al tiempo que aportan otra dosis de vitaminas.
Cómo guardar las sobras
La remolacha cruda puede durar entre 7 y 10 días en la nevera, mientras que la cocida puede durar hasta una semana. Si te sobra zumo de remolacha que no vas a poder terminar, no tiene por qué desperdiciarse. Congélalo en bandejas de cubitos de hielo hasta que estés listo para beber.
¿Quieres darle otro uso a tus remolachas sobrantes? Estamos obsesionados con estas sabrosas recetas.
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