Una olla arrocera puede ser un artilugio de cocina muy práctico, especialmente si te gusta hacer (o comer) mucho arroz. Funciona llevando el líquido de la receta de arroz a ebullición muy rápidamente. Como el entorno de la arrocera está sellado, reduce la presión del aire sobre el líquido para que hierva más rápido. Un sensor de temperatura dentro de la máquina controla el calor dentro de la olla; cuando empieza a subir por encima de 212 F (el punto de ebullición del agua), eso significa que el arroz ha absorbido todo el líquido. La olla cambiará automáticamente al modo caliente. Todo el proceso suele durar unos 20 minutos o menos.
Es importante leer las instrucciones que vienen con la arrocera y seguirlas al pie de la letra. Estas instrucciones fueron desarrolladas por la compañía para su olla arrocera específica. Si lo hace, se asegurará de obtener buenos resultados cada vez.
No todos los arroces son iguales; las diferentes texturas producirán diferentes resultados cuando se preparen en la arrocera. Por ejemplo, el arroz de grano corto como el arroz Arborio (utilizado para el risotto) y el arroz pegajoso (en las cocinas asiáticas) tiene mucho almidón (también llamado amilopectina). Este almidón está muy ramificado y tiende a pegarse, por lo que el arroz siempre será más pegajoso y menos esponjoso que otras variedades.
El arroz de grano largo debería ser esponjoso y no pegarse porque tiene más amilosa, una molécula de almidón que es larga y recta. La molécula no se enreda con otras moléculas cuando el arroz se cocina. El arroz de grano medio debe ser esponjoso pero con una textura ligeramente más pegajosa, ya que tiene más o menos la misma cantidad de amilosa y amilopectina.
En función de la textura final que prefiera, elija el arroz adecuado para sus preferencias alimentarias. Cuando siga las instrucciones de la arrocera, asegúrese de preparar el arroz como dicta su variedad específica. También tendrá que medir el arroz con precisión; la mayoría de las arroceras vienen con sus propias tazas de medir.