La listeriosis es una infección potencialmente mortal causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria (germen) Listeria monocytogenes. La enfermedad afecta principalmente a las mujeres embarazadas y a sus recién nacidos, a los adultos mayores y a las personas con sistemas inmunitarios debilitados por el cáncer, los tratamientos contra el cáncer u otras afecciones graves (como la diabetes, la insuficiencia renal, la enfermedad hepática y el VIH). En raras ocasiones, se ven afectadas personas sin estos factores de riesgo.
Una persona con listeriosis suele tener fiebre y dolores musculares, a veces precedidos de diarrea u otros síntomas gastrointestinales. Casi todas las personas a las que se les diagnostica listeriosis tienen una infección invasiva, lo que significa que las bacterias se propagan desde sus intestinos a la sangre, causando una infección del torrente sanguíneo, o al sistema nervioso central, causando meningitis. Aunque a veces la gente puede desarrollar la listeriosis hasta dos meses después de haber ingerido alimentos contaminados, los síntomas suelen empezar en varios días. La listeriosis se trata con antibióticos.
Los síntomas varían según la persona infectada:
- Las personas de mayor riesgo, aparte de las mujeres embarazadas: Los síntomas pueden incluir fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, rigidez de cuello, confusión, pérdida de equilibrio y convulsiones.
- Mujeres embarazadas: Las mujeres embarazadas suelen experimentar sólo fiebre, y otros síntomas inespecíficos como escalofríos y dolor de cabeza. Sin embargo, la infección durante el embarazo puede provocar un aborto espontáneo, un parto prematuro o una infección potencialmente mortal en el recién nacido.
- Personas sanas. Las personas sanas rara vez desarrollan listeriosis invasiva. Sin embargo, las personas expuestas a una dosis muy grande de la bacteria Listeria pueden desarrollar una enfermedad no invasiva (lo que significa que la bacteria no se propaga al torrente sanguíneo o a otros sitios) con diarrea y fiebre.
Si una persona ha ingerido alimentos contaminados con Listeria y no tiene ningún síntoma, la mayoría de los expertos creen que no es necesario realizar pruebas ni tratamiento alguno, incluso en el caso de las personas con mayor riesgo de padecer listeriosis.