Un potente antioxidante endógeno que se encuentra de forma más abundante en los tejidos de los mamíferos, especialmente en el cerebro y el tejido muscular esquelético, la carnosina es un dipéptido de alanina e histidina.1,2,3,4,5.

La carnosina fue aislada por primera vez en 1900 por el científico ruso Gulewitsch como sustancia extraída del tejido muscular.6,4. La L-carnosina (beta-alanil-L-histidina) es la versión sintética idéntica a la forma natural alfa-alanil-L-histidina.7 La carnosina tiene fama desde hace tiempo de conferir efectos inmunomoduladores, de cicatrización de heridas, antiglicantes y antineoplásicos.2 Varios informes han demostrado que la carnosina puede acelerar la cicatrización de heridas superficiales de la piel y de quemaduras.4,8

Curación de heridas

Un primer estudio realizado por Nagai et al. en 1986 sobre la carnosina en la cicatrización de heridas demostró que las ratas tratadas localmente con carnosina mostraban una mayor resistencia a la tracción de la piel en el lugar de la incisión después de que se hubiera administrado hidrocortisona para dificultar la cicatrización. Los investigadores concluyeron que la carnosina refuerza la cicatrización de las heridas mediante la estimulación de la efusión temprana por la histamina y de la biosíntesis de colágeno por la beta-alanina. También descubrieron que el compuesto aumentaba significativamente la granulación inhibida por la cortisona, la mitomicina C, el 5-fluorouracilo y la bleomicina.9

Estudios realizados por Fitzpatrick y Fisher a principios de la década de 1980 revelaron que la carnosina actúa como reserva de histidina en relación con la producción de histamina durante los traumatismos, lo que sugiere un papel de la carnosina en la cicatrización de heridas.10,11

En 2012, Ansurudeen et al. examinaron los efectos de la carnosina en la cicatrización de heridas en un modelo de ratón diabético. La carnosina se aplicó localmente y se inyectó diariamente, lo que produjo una mejora significativa en la cicatrización de las heridas, con un análisis que reveló una elevada expresión de factores de crecimiento y citoquinas implicadas en la cicatrización de las heridas. Los investigadores también observaron que la carnosina favorecía la viabilidad celular en presencia de glucosa elevada en fibroblastos dérmicos humanos y células endoteliales microvasculares in vitro.2

Otros hallazgos con implicaciones para la terapia cutánea

En 2006, Babizhayev informó de que el peptidomimético relacionado con la L-carnosina N-acetilcarnosina (N-acetil-beta-alanil-L-histidina) puede actuar como una versión estable de L-carnosina de liberación prolongada (portadora) en preparados cosméticos, incluidos los lubricantes.6 Babizhayev et al. han afirmado desde entonces que han desarrollado una tecnología que utiliza compuestos a base de dipéptidos que contienen imidazol (incluyendo la L-carnosina y sus derivados) que mejora la hidratación de las proteínas en la piel fotoenvejecida.12,13,14

Un estudio comparativo doble ciego realizado por Dieamant et al. en 2008 en 124 voluntarios con piel sensible tenía como objetivo evaluar el potencial terapéutico de la combinación del antioxidante L-carnosina y el neuromodulador Rhodiola rosea. Durante 28 días, los grupos de 62 recibieron aplicaciones dos veces al día de la formulación combinada al 1% o un placebo. La función de barrera de la piel (reducción de la pérdida de agua transepidérmica) mejoró en el grupo de tratamiento, y se registraron respuestas subjetivas favorables en cuanto a la sequedad de la piel. También se redujeron las molestias tras la prueba de picadura. Los resultados in vitro mostraron que la liberación de péptidos de proopiomelanocortina fue estimulada por el tratamiento, y que los niveles elevados de neuropéptidos y citoquinas producidos por los queratinocitos expuestos a la radiación UV volvieron a la normalidad.15

Dos años más tarde, Renner et al. demostraron que la carnosina impedía el crecimiento de tumores in vivo en un modelo de ratón NIH3T3-HER2/neu. Sostuvieron que este dipéptido de origen natural merece una mayor consideración y estudio por su potencial como agente anticancerígeno.16

En 2012, Federici et al. llevaron a cabo un ensayo comparativo aleatorizado, ciego a los evaluadores y controlado durante 1 mes para evaluar la eficacia de la urea tópica al 5% con arginina y carnosina (Ureadin Rx) dos veces al día en comparación con la aplicación dos veces al día de un producto tópico emoliente a base de glicerina (Dexeryl) en el tratamiento de la xerosis en 40 pacientes con diabetes tipo 2 (40-75 años de edad). El uso de la formulación que contiene carnosina produjo una hidratación significativamente mayor y un descenso del 89% en las puntuaciones del Índice de Gravedad de las Áreas de Sequedad (DASI), en comparación con el valor inicial. La puntuación del DASI tras 4 semanas de tratamiento fue mucho menor en el grupo de tratamiento que en el grupo de control. La puntuación de la Escala Visual Analógica (EVA) también fue significativamente mayor en el grupo de Ureadin que en el de Dexeryl. Los investigadores concluyeron que la aplicación tópica de una crema de urea al 5%, arginina y carnosina mejora la hidratación de la piel y alivia la sequedad en pacientes diabéticos de tipo 2 en comparación con una formulación emoliente de control a base de glicerina.17

Potencial de diagnóstico

En 1993, Reeve et al. demostraron que la carnosina aplicada dietética o tópicamente potenciaba la reacción de hipersensibilidad de contacto en ratones sin pelo y evitaba la inhibición sistémica de esta reacción tras la exposición de la piel dorsal a los rayos UVB. Se descubrió que la carnosina también impedía la supresión sistémica provocada por la aplicación tópica de una loción que contenía ácido cis-urocánico.3

La carnosina fue un ingrediente activo clave en los productos antienvejecimiento evaluados por Kaczvinsky et al. en 2009 en dos estudios doble ciego, aleatorizados, controlados y de cara dividida. Los investigadores utilizaron la técnica Fast Optical in vivo Topometry of Human Skin (FOITS) para medir los cambios en las arrugas periorbitales en los dos estudios en mujeres de entre 30 y 70 años (estudio 1, n = 42; estudio 2, n = 35). Informaron de que 4 semanas de tratamiento con los productos de prueba, que contenían niacinamida, los péptidos Pal-KT y Pal-KTTKS, y carnosina, mejoraron la piel periorbital, aumentando la suavidad y disminuyendo la profundidad de las arrugas más grandes.18

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