Valor Universal Excepcional
Breve síntesis
Construida entre 1947 y 1948, la Casa y Estudio de Luis Barragán, ubicada en un suburbio obrero de la Ciudad de México, representa un ejemplo sobresaliente de la obra creativa del arquitecto en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Barragán creó una adaptación regional del Movimiento Moderno Internacional en el diseño arquitectónico. El edificio de hormigón, de 1.161 metros cuadrados, consta de una planta baja y dos pisos superiores, así como de un pequeño jardín privado. La integración por parte del arquitecto del diseño moderno con los elementos vernáculos tradicionales mexicanos ha tenido una gran influencia, especialmente en el diseño contemporáneo de jardines. Por ejemplo, su uso del agua y de las fuentes refleja las tradiciones mediterráneas e islámicas, en particular la marroquí.
La casa y el estudio de Luis Barragán deben su singularidad a ser un reflejo personal y, por tanto, único, de su diseñador. Este trasfondo autobiográfico no impidió que este manifiesto de artista superara ampliamente su tiempo y su entorno cultural y se convirtiera en una referencia destacada de las bellas artes y la arquitectura del siglo XX. Destaca el profundo diálogo entre la luz y el espacio construido y el modo en que el color es sustancial a la forma y los materiales. Es una casa que apela a todos los sentidos y revaloriza las formas en que la arquitectura puede ser percibida y disfrutada por sus habitantes. Muchos de sus materiales fueron encontrados en la arquitectura tradicional y, alejados como están de la producción industrial, revelan el envejecimiento de la casa con una pátina que el arquitecto reconoció como el valor poético de su arquitectura.
Criterio (i): La Casa y el Estudio de Luis Barragán representan una obra maestra de los nuevos desarrollos del Movimiento Moderno, integrando las corrientes tradicionales, filosóficas y artísticas en una nueva síntesis.
Criterio (ii): La obra de Luis Barragán exhibe la integración de influencias modernas y tradicionales, que a su vez han tenido una importante repercusión sobre todo en el diseño de jardines y paisajes urbanos.
Integridad
La casa y el estudio que conforman el inmueble inscrito ocupan dos solares contiguos, los números 12 y 14 de la calle General Francisco Ramírez. El arquitecto vivió y trabajó aquí hasta su muerte en 1988 y determinó y supervisó cualquier modificación. Luis Barragán creía que «una casa nunca está terminada, es un organismo en constante evolución». El valor de la integridad del inmueble reside en que estas modificaciones representan un documento autobiográfico del artista y la evolución de sus ideas. Además, se conserva en su totalidad, incluyendo las instalaciones de la cocina y el Cadillac del propietario.
La propiedad en sí se consideraba en un estado de conservación razonable en el momento de la inscripción (2004). Las amenazas específicas están relacionadas con la insuficiencia de los controles de planificación, el aumento del tráfico en el vecindario circundante y el desarrollo incontrolado específicamente relacionado con la construcción de rascacielos dentro de la zona de amortiguación. Este desarrollo tendrá un impacto negativo en el carácter de la casa, que es introvertido e íntimo. También afectará a su integridad visual, en particular a las vistas desde el jardín y las terrazas. Otros riesgos para la propiedad son los terremotos y los incendios. Se requieren inspecciones periódicas y medidas preventivas.
Autenticidad
La Casa y el Estudio de Luis Barragán se conservan con gran respeto, incluyendo no sólo la estructura, los materiales, el mobiliario, los objetos, las colecciones de arte, el jardín y la biblioteca, sino también las instalaciones de la cocina. La conservación se extiende a los diversos cambios que se han producido a lo largo del tiempo. En este sentido, la propiedad cumple sin duda la prueba de autenticidad. Ocupada por el arquitecto hasta su muerte, la casa y el estudio son actualmente un museo y están abiertos al público.
Protección y requisitos de gestión
En noviembre de 1988, el Gobierno mexicano declaró la Casa y el Estudio de Luis Barragán como Monumento Artístico requiriendo que todos los trabajos de conservación y restauración que se realicen deben ser autorizados por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. La protección de la casa se completó antes de la inscripción y la protección adicional del estudio está en proceso según el Estado Parte. Esta declaratoria se extiende a las excavaciones, cimentaciones, trabajos de conservación o demoliciones que realicen los propietarios de los inmuebles adyacentes al monumento.
El museo es administrado por la Fundación Luis Barragán de Arquitectura de Guadalajara, organismo no gubernamental que, junto con la administración del museo y el INBA, se encarga de preservar la integridad y autenticidad del inmueble. Desde 1994, la restauración está a cargo de Andrés Casillas de Alba, discípulo y estrecho colaborador de Luis Barragán. Los planes de trabajo anuales proporcionan el cuidado suficiente del inmueble y una zona de amortiguamiento de 22.9 hectáreas rodea el inmueble por tres lados.