GenéticaEditar
Mucho antes de que Charles Darwin publicara El origen de las especies en 1858, los criadores de animales sabían que los patrones de comportamiento están influidos de algún modo por la herencia de los padres. Los estudios sobre gemelos idénticos en comparación con seres humanos menos emparentados, y sobre niños criados en hogares adoptivos, han ayudado a los científicos a comprender la influencia de la genética en el comportamiento humano. El estudio de la genética del comportamiento humano sigue desarrollándose de forma constante con nuevos métodos como los estudios de asociación de todo el genoma.
La psicología evolutiva estudia el comportamiento como producto de la selección natural, por lo que tanto el comportamiento como la psicología humanos están moldeados por nuestro pasado evolutivo. Según este campo, los humanos intentan aumentar su estatus social lo máximo posible, lo que aumenta sus posibilidades de éxito reproductivo. Pueden hacerlo luchando, amasando riqueza o ayudando a otros con sus problemas.
Normas socialesEditar
Las normas sociales, las reglas a menudo tácitas de un grupo, dan forma no sólo a nuestros comportamientos sino también a nuestras actitudes.El comportamiento de un individuo varía en función del grupo o grupos de los que forma parte, una característica de la sociedad que permite que sus normas tengan un fuerte impacto en la sociedad. Sin las normas sociales, la sociedad humana no funcionaría como lo hace actualmente. Los seres humanos tendrían que ser más abstractos en su comportamiento, ya que no habría un estilo de vida estandarizado «normal» previamente probado, y los individuos tendrían que tomar muchas más decisiones por sí mismos. Sin embargo, la institucionalización de las normas es inherente a la sociedad humana, quizá como resultado directo del deseo de ser aceptado por los demás, lo que lleva a los humanos a manipular su propio comportamiento para «encajar» con los demás. Dependiendo de su naturaleza y de la perspectiva de cada uno, las normas pueden afectar a diferentes sectores de la sociedad tanto de forma positiva (por ejemplo, asistir a las celebraciones de cumpleaños, abrigarse en invierno) como negativa (por ejemplo, el racismo, el consumo de drogas).
CreatividadEditar
La creatividad es un rasgo humano fundamental. Se puede observar en la adaptación de objetos naturales por parte de las tribus para fabricar herramientas, y en las actividades exclusivamente humanas del arte y la música.Este impulso creativo explica el cambio constante de la moda, la tecnología y la alimentación en la sociedad moderna. La gente utiliza los esfuerzos creativos, como el arte y la literatura, para distinguirse dentro de su grupo social. También utilizan su creatividad para ganar dinero y persuadir a otros del valor de sus ideas.
Religión y espiritualidadEditar
Otro aspecto importante del comportamiento humano es la religión y la espiritualidad. Según un informe del Pew Research Center, el 54% de los adultos de todo el mundo afirma que la religión es muy importante en sus vidas. La religión desempeña un papel importante en la vida de muchas personas de todo el mundo, y afecta a su comportamiento hacia los demás. Por ejemplo, uno de los cinco pilares del Islam es el zakat. Es la práctica por la que los musulmanes que pueden permitírselo están obligados a donar el 2,5% de su riqueza a los necesitados. Muchas personas religiosas asisten regularmente a los servicios con otros miembros de su religión. Pueden participar en rituales religiosos, y en festivales como Diwali y Semana Santa.
ActitudEditar
Una actitud es una expresión de favor o desfavor hacia una persona, lugar, cosa o evento. Se altera entre cada individuo, ya que cada uno mantiene diferentes actitudes hacia diferentes cosas. Un factor principal que determina la actitud es lo que le gusta y lo que no le gusta: cuanto más le guste algo o alguien, más dispuesto estará a abrirse y aceptar lo que le ofrezcan; si le disgusta algo, es más probable que se ponga a la defensiva y se cierre.
Un ejemplo de cómo la actitud de uno afecta a su comportamiento humano podría ser tan sencillo como llevar a un niño al parque o al médico. Los niños saben que se divierten en el parque, por lo que su actitud se vuelve dispuesta y positiva, pero cuando se menciona un médico, se cierran y se alteran con la idea del dolor. Las actitudes pueden esculpir las personalidades y la forma en que la gente ve lo que somos. Las personas con actitudes similares tienden a permanecer juntas, ya que los intereses y las aficiones son comunes. Esto no significa que las personas con actitudes diferentes no interactúen, el hecho es que lo hacen. Lo que significa es que determinadas actitudes pueden unir a las personas (por ejemplo, los grupos religiosos). La forma en que un humano se comporta depende mucho de cómo ve la situación y de lo que espera obtener de ella.
El tiempo y el climaEditar
El tiempo y el clima tienen una influencia significativa en el comportamiento humano. La temperatura media de un país afecta a sus tradiciones y a las rutinas diarias de la gente. Por ejemplo, España fue una vez un país principalmente agrario, con gran parte de su mano de obra trabajando en el campo. Los españoles desarrollaron la tradición de la siesta, una siesta después del almuerzo, para hacer frente al intenso calor del mediodía. La siesta persiste a pesar del aumento del uso del aire acondicionado y del paso de los trabajos agrícolas a los de oficina. Sin embargo, hoy es menos común que en el pasado. Noruega es un país septentrional con temperaturas medias frías y pocas horas de luz en invierno. Esto ha condicionado sus hábitos a la hora de comer. Los noruegos tienen una pausa fija de media hora para comer. Esto les permite volver a casa antes, y muchos salen del trabajo a las tres de la tarde. Esto les permite aprovechar al máximo la luz del día restante. Existe una correlación entre el aumento de las temperaturas y el incremento de los delitos violentos. Hay varias teorías que explican este hecho. Una teoría es que la gente está más dispuesta a salir al exterior cuando hace más calor, y esto aumenta el número de oportunidades para los delincuentes. Otra es que las altas temperaturas provocan una respuesta fisiológica que aumenta la irritabilidad de las personas y, por tanto, su probabilidad de convertir los desaires percibidos en violencia. Hay algunas investigaciones que detallan que los cambios de tiempo pueden afectar al comportamiento de los niños. Un estudio sugiere que el mal comportamiento en las aulas alcanza su punto máximo durante el periodo de «calma antes de la tormenta».