Siete pequeñas vértebras comienzan en la base del cráneo y forman el cuello llamado columna cervical. Entre sus vértebras hay discos intervertebrales flexibles. Actúan como amortiguadores cuando caminas o corres.
Los discos intervertebrales son planos y redondos y tienen un grosor de aproximadamente media pulgada. Los discos están formados por un anillo exterior resistente y un centro gelatinoso.
A medida que los discos de la columna vertebral envejecen, pierden altura y contenido de agua. Cuando pierden altura, las vértebras se acercan y se comprimen. La compresión de la médula espinal cervical provoca una enfermedad denominada mielopatía espondilótica cervical (MEC). Otras causas de la compresión de la médula espinal son la artritis reumatoide y las lesiones en el cuello.
Los nervios se ramifican desde la médula espinal a través de las aberturas de las vértebras y llevan los mensajes entre el cerebro y los músculos de todo el cuerpo.
Los pacientes con MEC pueden experimentar una variedad de síntomas como:
- Debilidad en los músculos de los brazos, hombros o manos. Dificultad para agarrar.
- Pérdida de equilibrio y coordinación. Dificultad para caminar
- Pérdida de la motricidad fina. Dificultad para escribir, abotonarse la ropa o manejar un cuchillo y un tenedor.
- Dolor o rigidez en el cuello
Varios efectos secundarios de la MCE son las hernias o protuberancias discales y los espolones óseos:
- Si el disco está degenerado y comprimido, el núcleo gelatinoso puede apretar todo el anillo exterior. Cuando sobresale hacia el canal espinal, puede ejercer presión sobre la médula espinal y/o las raíces nerviosas.
- El cuerpo responde a un disco colapsado formando espolones óseos alrededor del disco para añadir fuerza. El hueso extra puede estrechar el canal espinal, comprimiendo la médula espinal.
- Collarín cervical suave para permitir que los músculos del cuello descansen y limitar el movimiento del cuello durante un período de tiempo limitado.
- Terapia física para ayudar a aliviar el dolor, fortalecer los músculos del cuello y aumentar la flexibilidad.
- Medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación.
Después de un examen y discusión de los síntomas, su cirujano DOC o PA comprobará si hay cambios en sus reflejos, entumecimiento y debilidad en brazos manos y piernas, dificultades de equilibrio y coordinación, y deterioro muscular. Las radiografías mostrarán la alineación de las vértebras cervicales. Una resonancia magnética muestra la compresión de la médula espinal y los daños en los tejidos blandos, como un disco abultado o herniado. Un TAC proporciona detalles de imagen del estrechamiento del canal espinal y de los espolones óseos. Un mielograma es un TAC especial. Se inyecta un colorante de contraste en la columna vertebral para mejorar los detalles de la médula espinal y las raíces nerviosas.
El objetivo del tratamiento no quirúrgico es disminuir su dolor y mejorar su capacidad para realizar las actividades diarias.
Las opciones de tratamiento no quirúrgico incluyen:
Si los tratamientos no quirúrgicos no consiguen aliviar el dolor y la disfunción, el cirujano del DOC analizará con usted las opciones quirúrgicas. Para detener la disfunción progresiva de la médula espinal y restablecer su capacidad para disfrutar de las actividades cotidianas, puede ser necesaria una cirugía de la columna cervical que descomprima el canal espinal.