Las serpientes tuvieron patas durante bastante tiempo, pero fue hace bastante tiempo, según el análisis de un raro hallazgo fósil.
Paleontólogos de Argentina, Canadá, Australia y Estados Unidos afirman que su análisis de cráneos conservados en tres dimensiones de la serpiente con patas del Cretácico Najash indica que las serpientes poseyeron extremidades traseras durante unos 70 millones de años antes de evolucionar su aspecto moderno.
Esto sugiere, escriben en un artículo de la revista Science Advances, que las serpientes con extremidades posteriores tuvieron éxito y se mantuvieron estables a lo largo del tiempo en lugar de pasar simplemente por una fase transitoria.
Sin embargo, la falta de evidencia de extremidades delanteras en Najash y otras serpientes tempranas sugiere que éstas probablemente desaparecieron del plan corporal de las serpientes en un momento mucho más temprano de su evolución.
Los fósiles «sorprendentemente bien conservados», que fueron encontrados en la provincia de Río Negro, en la región de la Patagonia norte de Argentina, también tenían otras historias que contar.
El análisis del cráneo reveló que Najash carecía de una crista circumfenestral completa, la serie de crestas óseas consideradas durante mucho tiempo como una característica definitoria de la «serpiente», pero todavía tenía un pómulo -también conocido como hueso yugal- que prácticamente ha desaparecido en sus descendientes modernos.
«Nuestros hallazgos apoyan la idea de que los ancestros de las serpientes modernas eran de cuerpo grande y boca grande, en lugar de pequeñas formas excavadoras como se pensaba anteriormente», dice el autor principal Fernando Garberoglio, de la Fundación Azara en la Universidad Maimónides, Argentina.
También revolucionan nuestra comprensión del hueso yugal en los lagartos serpientes y no serpientes, añade el coautor Michael Caldwell, de la Universidad canadiense de Alberta.
«Después de 160 años de equivocarse, este trabajo corrige esta característica tan importante basándose no en conjeturas, sino en pruebas empíricas».
La comprensión de la evolución de las serpientes se ha visto obstaculizada por un registro fósil limitado, por lo que el descubrimiento de ocho cráneos de Najash -uno casi perfectamente intacto- y otros restos fósiles era algo que había que celebrar.
Garberoglio y sus colegas utilizaron la tomografía microcomputada para visualizar las estructuras del cráneo, examinando las vías de los nervios y los vasos sanguíneos, así como la estructura del esqueleto que, de otro modo, sería imposible de ver sin dañar el fósil.
Najash, dicen, estaba estrechamente relacionado con un antiguo linaje de serpientes que poblaban los continentes del hemisferio sur de Gondwana, pero parece estar relacionado sólo con un pequeño número de oscuras serpientes modernas.
«Najash es ahora la serpiente primitiva mejor conocida y aclara sustancialmente las homologías de varios elementos problemáticos pero clave del cráneo de las serpientes modernas, así como la evolución del cráneo de serpientes mucho más antiguas e incluso de lagartos no serpentiformes anteriores», escriben los autores.
«Estos nuevos materiales de Najash arrojan luz sobre las afinidades de las serpientes del Mesozoico tardío y los sucesivos cambios evolutivos que condujeron al origen de las serpientes modernas y a uno de los planes corporales de vertebrados más notables».