Por Victoria Schade
Muchos padres de mascotas se apresuran a llamar a su perro de gran energía «hiperactivo», pero ¿es esa una evaluación justa del comportamiento del perro? ¿Es un impulso exagerado realmente anormal?
Según Clinical Behavioral Medicine for Small Animals (Karen Overall, 1997), la verdadera hiperactividad en los perros es realmente rara. Los rasgos distintivos de la hiperactividad -como la incapacidad de relajarse por completo incluso en entornos familiares, la reactividad a los estímulos rutinarios, la escasa capacidad de atención y los signos fisiológicos como el aumento de la respiración y la frecuencia cardíaca- probablemente no estén presentes en el típico perro hiperactivo.
Es más probable que su perro de gran energía no esté satisfaciendo sus necesidades físicas, mentales y sociales a diario. Los perros a los que les cuesta calmarse pueden estar actuando bajo la influencia de muchos factores, como el impulso de la raza, la falta de estímulos adecuados o una dieta deficiente. La crianza de este tipo de perro activo puede parecer un trabajo a tiempo completo, pero hay esperanza para la paz en el hogar.
El siguiente enfoque multinivel ayudará a abordar las necesidades de su perro de alta energía desde dentro hacia fuera.
Trabajar el cuerpo
En primer lugar, considere los requisitos de ejercicio de su perro frente a lo que realmente está recibiendo a diario. Si tiene un perro de gran impulso de los grupos deportivos o de pastoreo (imagínese un Border Collie), o incluso un perro de raza mixta que parece exhibir esas mismas tendencias de «no poder bajar el ritmo», su perro va a necesitar un nuevo plan de entrenamiento y un entrenador que lo acompañe, ¡ese es usted!
No existe un estándar universal de ejercicio canino, pero es una suposición segura que si su perro está en constante movimiento y no puede calmarse ni siquiera al final del día, probablemente necesita más ejercicio del que está recibiendo. Puede descargar parte de ese exceso de energía jugando con su perro a juegos específicos, como el tira y afloja. Ambos juegos son excelentes quemadores de energía, y cuando se juegan con reglas se transforman en mini ejercicios de adiestramiento.
Si quiere aumentar el juego, considere la posibilidad de involucrar a su perro en deportes caninos como el agility o el lure coursing, que seguramente agotarán incluso a los perros más incansables. Y si su perro disfruta de la compañía de otros perros, visite un parque canino bien gestionado para conseguir una interacción social positiva con sus compañeros.
Trabaje el cerebro
Trabajar el cuerpo de su perro le ayudará a calmarse, pero hay una parte del cuerpo igualmente importante que necesita ser ejercitada: el cerebro de su perro.
El ejercicio mental es una forma fenomenal de agotar al perro que no requiere un compromiso de todo el día o un patio del tamaño de un parque nacional. Los perros son atletas, por lo que no siempre es fácil ejercitarlos hasta el punto de agotamiento, pero es sorprendentemente fácil hacer trabajar sus cerebros hasta que pidan un descanso. Algo tan sencillo como un juego de moldeado con el clicker (el moldeado consiste en descomponer un comportamiento deseado en sus partes incrementales), que anima a su perro a pensar de forma creativa y a probar cosas nuevas, o enseñarle un nuevo truco tonto como darse la vuelta, requerirá que su perro se concentre y trabaje a través de la frustración. Esto no siempre es fácil para los perros ocupados. Los juegos que incorporan el trabajo de la nariz, como «encuéntralo», también obligan al perro a utilizar sus sentidos de una forma nueva y desafiante. Por último, los juegos de rompecabezas con golosinas que hacen que su perro trabaje para conseguir su comida convertirán la hora de la comida en un juego de ingenio.
Estrenar los modales
Un perro que salta por encima de usted cuando intenta enganchar su correa a la hora del paseo, que le golpea constantemente la nariz para llamar la atención y que le ladra cuando quiere su cena puede parecer hiperactivo, pero estos comportamientos inadecuados en realidad indican una falta de modales más que un problema de hiperactividad. El adiestramiento de modales enseñará a su perro a relacionarse con usted para que obtenga lo que quiere -ya sea comida, atención, juego o acceso al exterior- de una forma que incorpore el control de los impulsos, que a menudo es el eslabón que falta en los perros aparentemente hiperactivos.
El concepto central del adiestramiento de modales es enseñar a su perro a decir «por favor» sentándose para obtener cualquier cosa que desee. Antes de lanzar la pelota, abrir la puerta, enganchar la correa o dejar el cuenco de comida, primero pida a su perro que se siente. En el momento en que su perro lo haga, recompénselo con lo que quiera, sin necesidad de un premio adicional. Su perro pronto entenderá que «sentarse» hace que las cosas buenas sucedan, y con consistencia por su parte (es decir, que siempre recuerde requerir la posición de sentado antes de hacer algo para su perro) comenzará a ofrecer la posición en lugar de actuar de forma insistente con usted.
Recompensa por un comportamiento tranquilo
Es tentador pasar de puntillas cuando un perro exagerado finalmente decide descansar, pero es importante reconocer esos momentos en los que está actuando de forma adecuada y se toma las cosas con calma. Algunos perros aprenden que sólo interactuamos con ellos cuando tienen comportamientos «traviesos», por lo que tiran el cubo de la basura y roban la ropa sucia para llamar nuestra atención, aunque sea una atención enfadada.
Tomar el tiempo para conectar positivamente con su perro cuando está tranquilo, como cuando está descansando en su cama o pasando el rato tranquilamente cerca de usted, le animará a realizar ese comportamiento más a menudo. Recuerde que el comportamiento que se recompensa se repite. Reconocer el comportamiento adecuado de su perro con un elogio silencioso y una palmadita suave le ayudará a entender que cuando se calma recibe una atención positiva de su parte. Este pequeño cambio en sus interacciones diarias con su perro puede cosechar recompensas sorprendentemente grandes.
Considere la comida
Es tentador comprar una bolsa gigante de comida barata para perros en la gran tienda local, pero lo que su perro come puede tener un impacto directo en su comportamiento.
Los alimentos baratos suelen estar cargados de ingredientes que su perro no necesita, como rellenos, subproductos, colorantes y azúcar. Al igual que comer comida basura puede alterar nuestro estado de ánimo, alimentar a su perro con una dieta de baja calidad puede afectar a su comportamiento.
Los estudios han establecido correlaciones poco precisas entre la hiperactividad y ciertos ingredientes de los alimentos para perros, por lo que tiene sentido alimentar a su perro con un alimento de alta calidad con ingredientes puros y fáciles de identificar, como carnes identificables (sin subproductos cárnicos) y un mínimo de rellenos y conservantes.
¿Cuándo es el momento de una evaluación médica?
Algunas condiciones médicas subyacentes, como las enfermedades metabólicas asociadas a la disfunción hepática, el hipertiroidismo y las condiciones neurológicas, pueden manifestarse como hiperactividad (Overall, 1997). Si le preocupa el nivel de actividad de su perro, o si ha notado un cambio repentino en su comportamiento, hable con su veterinario y realice un estudio de diagnóstico.
Este artículo fue verificado y editado para su exactitud por la Dra. Jennifer Coates, DVM.
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