Aunque las picaduras de garrapatas pueden ser molestas, es posible que su gato no muestre ningún cambio evidente en su comportamiento. Incluso cuando un gato contrae una enfermedad de una garrapata infectada, puede no haber inicialmente ningún síntoma visible de enfermedades transmitidas por garrapatas. Por eso es importante revisar a tu gato en busca de garrapatas con regularidad, para poder detectarlo antes de que se convierta en algo más grave.
- Pase los dedos por el pelaje de su gato
Las garrapatas, sobre todo las que están bien alimentadas, se sienten como pequeñas protuberancias redondas en la superficie de la piel.
Pase a su gato suavemente, sintiendo estas protuberancias. En los gatos de pelo largo, es posible que tenga que ahondar en las capas de pelo, utilizando los dedos como si fueran los dientes de un peine para una comprobación exhaustiva.
No son tan difíciles de detectar como las pulgas porque, normalmente, cuando se detecta una garrapata, ya se ha enganchado y se está alimentando, creciendo cada día. Aunque a veces encontrarás una garrapata que no se ha alimentado vagando por la superficie del pelaje de tu mascota, buscando un lugar donde agarrarse.
- Presta especial atención a las zonas oscuras y ocultas
Las garrapatas pueden estar a menudo ocultas en los pelajes largos, pero prefieren alimentarse en zonas donde es más fácil acercarse a la piel, como el cuello, la cabeza, las orejas y las patas. También les gusta alimentarse en zonas ocultas, cálidas y oscuras del cuerpo del gato, por lo que deberá prestar especial atención a la ingle, las axilas, entre los dedos de los pies y en el interior de las orejas.
- Sabe distinguir las garrapatas de los bultos en la piel
En ocasiones, los propietarios confunden un pequeño bulto en la piel de su mascota con una garrapata. Un buen consejo es fijarse bien: se puede identificar una garrapata adulta por sus ocho patas.
- Tómate un tiempo extra para los pelos más largos
Si tienes un felino de pelo largo, tendrás que reservar un tiempo extra para revisar bien su pelaje. Las pequeñas protuberancias que pueden indicar una garrapata que se está alimentando pueden ser más difíciles de sentir a través de las capas de un pelaje grueso, así que asegúrate de profundizar, llegando hasta la piel.