Dejar de lado un par de vaqueros favoritos es difícil. Especialmente si el estilo ya no es ofrecido por la marca. De repente te arrepientes mucho de no haber seguido tu impulso inicial de por una vida y no volver a probarte otro par de vaqueros. Pero no lo hiciste, y aquí estamos. Dependiendo del grado de uso, tienes algunas opciones. Si los vaqueros están rotos sin remedio, tíralos. Pero si simplemente están demasiado desteñidos o se han blanqueado o manchado accidentalmente, tienes una oportunidad real de salvarlos dándoles un chapuzón en la cuba de tinte. Teñir la ropa y los vaqueros en particular es una forma fácil y sorprendentemente eficaz de dar una segunda vida a una prenda. A continuación, te explicamos lo básico para que puedas empezar a experimentar en casa. Advertencia: si es tu primera vez, empieza con un par de vaqueros que no te importen demasiado. Luego, una vez que le cojas el tranquillo, podrás diversificar.
Empieza por lo limpio:
Los tejidos sucios no aceptan bien el tinte. Los aceites de tu piel, la suciedad y el polvo crean una barrera entre las fibras de tu tela vaquera y el tinte, impidiendo que se unan. Asegúrate de lavarlas antes de comenzar este proceso.
Elige tu tinte:
Los tintes para telas vienen en todos los colores y en diferentes grados de azul. Sugerimos empezar con el azul oscuro (índigo) o el negro. Otros colores pueden salir un poco extraños al mezclarse con el color de tus jeans. Puedes comprar fácilmente un kit que viene con prácticas instrucciones y consejos.