Aunque siempre deseamos que nuestras mascotas tengan una vida larga y saludable, a veces la vida simplemente no funciona así. En el caso de los perros, las lesiones del ligamento cruzado son comunes en la región de las patas traseras, ya que les gusta correr saltando de un lugar a otro. Piensa en una rodillera para evitar lesiones en una pata débil o para apoyar una lesionada
Causas
En general, hay dos causas o motivos principales por los que puede producirse esta lesión en nuestros amigos caninos. En primer lugar, pueden quedarse con una pata trasera atascada en un desagüe o agujero. Al no tener tiempo suficiente para reaccionar, la mitad delantera del cuerpo sigue caminando mientras la mitad trasera se queda atascada en el lugar; esto tira de toda la fuerza hacia los ligamentos cruzados y lesiona al perro.
Como segundo tipo de lesión, se trata más bien de un problema a largo plazo en el que el ligamento se estira con el tiempo. Especialmente en las razas grandes, debido al exceso de peso, el ligamento está sometido a más y más presión hasta que finalmente se rompe.
Como propietario, una rotura de ligamento es bastante fácil de detectar porque su perro mantendrá la pata levantada para evitar poner peso y presión sobre el ligamento dañado. Si ves que tu perro cojea, o tal vez es reacio a hacer ejercicio, esto podría ser un signo de un estiramiento lento, así que ponte en contacto con tu veterinario lo antes posible.
Solución
Como podrás deducir por el título, hay dos opciones principales que puedes tomar aquí; la cirugía o el manejo conservador (fisioterapia y rodillera). ¿Cuál es la mejor? Bueno, no podemos responder a esta pregunta de forma definitiva porque puede variar de un caso a otro. Sin embargo, podemos analizar ambas opciones y valorar las consideraciones que hará tu veterinario.
Cirugía
Antes de adentrarnos en las opciones de cirugía, debemos tener en cuenta que la lesión de tu perro puede ser parcial o total. Su veterinario evaluará el daño antes de sugerir la solución adecuada. En circunstancias extremas, si el manejo conservador ya no funciona, habrá diferentes tipos de cirugía utilizando un soporte interno como una placa (con tornillos) o una cuerda de sujeción (imitando el ligamento).
Rodillera
En primer lugar, debemos mencionar que las rodilleras son fantásticas en las semanas posteriores a la cirugía para las mascotas hiperactivas porque proporcionan el apoyo externo que tu perro necesitará durante la recuperación. Después de una lesión en la babilla y la cirugía de la pata trasera, una abrazadera puede mantener la articulación estable a medida que comienza a fortalecerse con el ejercicio ligero.
Sin embargo, hay otras veces en las que una abrazadera de rodilla para perros es el método elegido para seguir adelante en lugar de proceder a la cirugía. Si el propietario no puede permitirse la cirugía o tal vez el perro es demasiado viejo y la anestesia es demasiado arriesgada, el veterinario puede evitar esta opción y aconsejar una rodillera en su lugar. Al dar soporte a la articulación, la rodillera debería ayudar a aliviar el dolor y hacer más soportable el caminar.
En conclusión, una lesión de ligamento cruzado puede ser devastadora para su perro, pero ahora hay soluciones para el problema. Dependiendo de si se trata de una raza pequeña, mediana o grande, así como del historial médico de su mascota, su veterinario le sugerirá la mejor solución en cuanto a cirugía o rodilleras o incluso una combinación de ambas.
Teniendo esto en cuenta, hay muchas posibilidades de que vuelvan a estar de pie en tan sólo unos meses y puede ayudar a ello introduciendo un programa de ejercicio ligero. Si detecta un problema en cualquier momento, póngase en contacto con su veterinario lo antes posible.