Hay cada vez más pruebas de que la patogénesis del cáncer de cuello uterino depende de un entorno que incluye la infección persistente de la zona de transformación cervical por el virus del papiloma humano (VPH), la hormona estrógeno y la densidad de receptores de estrógeno en la zona de transformación. En 2012, la Sociedad Americana de Colposcopia y Patología Cervical (ASCCP), en sus «Directrices de consenso actualizadas», reafirmó la importancia de utilizar el componente endocervical/zona de transformación como una métrica vital para evaluar la calidad de la citología. La relación entre la infección por el VPH y la zona de transformación en la patogénesis cervical plantea un interesante dilema, ya que la prueba Cobas para el VPH (Roche, Basilea, Suiza) está aprobada como método de cribado primario del cáncer de cuello de útero. El caso evaluado es el de una mujer que presenta una citología anormal diagnosticada como adenocarcinoma in situ endocervical (AIS). Se detectó el VPH 18. Una prueba de Papanicolaou anterior fue diagnosticada como negativa para lesión intraepitelial o malignidad (NILM). No se detectó el VPH y no contenía el componente de la zona de transformación. Este caso es un ejemplo de advertencia, ya que la presencia del componente endocervical/de la zona de transformación se considera cada vez más como un inconveniente y sin importancia en el mercado altamente competitivo de los laboratorios corporativos. Al combinar la prueba del VPH con una evaluación morfológica para obtener una muestra cervical adecuada, se obtiene un método de cribado altamente específico y sensible. Desacoplar los dos puede presentar consecuencias no deseadas.