Cascade Bay, el popular parque acuático de Eagan que atrae a unos 120.000 visitantes al año, es el último lugar de veraneo que ha quedado aparcado por la pandemia de coronavirus.
El Ayuntamiento de Eagan aprobó el martes un plan para no abrir el parque acuático durante el verano, citando las preocupaciones sobre la capacidad de crear un espacio adecuado para los miles de visitantes diarios y el saneamiento y desinfección continuos, junto con la incertidumbre de las fechas de apertura para la contratación y formación del personal.
Los ingresos medios cubren los costes de funcionamiento y las mejoras de capital menores. El año pasado, los ingresos netos del parque antes de la depreciación ascendieron a algo más de 174.000 dólares. Los ingresos de explotación rondaron los 1,32 millones de dólares y los gastos fueron de 1,15 millones de dólares.
Cada año, Eagan contrata a unos 150 empleados a tiempo parcial para que ayuden a gestionar Cascade Bay, que la ciudad describe como el «mayor parque acuático municipal al aire libre del Upper Midwest». Cuenta con siete toboganes, una gran piscina, tubing en el «río perezoso; minigolf, una «playa» de arena y concesiones.