En 1519, a los 59 años, murió el emperador Maximiliano I de Habsburgo. Años antes, su contemporáneo florentino, el astuto filósofo político Nicolás Maquiavelo, lo había calificado como «un príncipe sabio, prudente y temeroso de Dios, un gobernante justo». Ciertamente, era un hombre ambicioso. Nacido como archiduque austriaco, se convirtió sucesivamente en duque de Borgoña (1477), rey de los romanos (1486) y, finalmente, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (desde 1508 hasta su muerte). Maximiliano -a través de su valor militar, su inteligencia nativa y su buena suerte- situó a la Casa de Habsburgo en la cúspide política de la Europa renacentista.
Para conmemorar el 500 aniversario de su muerte, el Museo Metropolitano de Arte ha montado la suntuosa exposición «El último caballero: El arte, la armadura y la ambición de Maximiliano I»
El último caballero: El arte, la armadura y la ambición de Maximiliano I
El Met de la Quinta Avenida Hasta el 5 de enero de 2020
Maximilian engrandeció enormemente las posesiones tradicionales de Europa Central de los Habsburgo al asegurar los Países Bajos a través de su propio matrimonio con María de Borgoña; utilizó la diplomacia y negoció más contratos matrimoniales para asegurar las coronas de Hungría y Bohemia para los Habsburgo. Y al casar a su hijo, Felipe el Hermoso, con la infanta española Juana la Loca (hija de los mecenas de Colón, Fernando e Isabel), Maximiliano puso a España y la riqueza de su floreciente imperio en América bajo el dominio de los Habsburgo.
Además de estos extraordinarios logros dinásticos, el legado de Maximiliano incluyó un amplio patrocinio de las artes: Para promover su exaltado lugar en la escena europea, mantuvo a una multitud de artistas ocupados en la creación de obras que glorificaran su persona y su reinado, entre ellos Albrecht Altdorfer, Hans Burgkmair el Viejo y, sobre todo, Alberto Durero, todos ellos representados en la muestra. Además, en su decidido ascenso a la grandeza, Maximiliano demostró ser un hábil autopromotor, confiando en el poder de las armaduras de caballero y las hazañas caballerescas para influir en la opinión pública a su favor.