Ana-Maria Orbai, M.D., M.H.S., es reumatóloga en el Centro de Artritis Johns Hopkins. Los reumatólogos se especializan en el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades musculoesqueléticas y autoinmunes (enfermedades reumáticas). Orbai explica varias teorías que tienen los investigadores sobre lo que podría causar la enfermedad autoinmune, como la infección, el daño tisular y la genética.
La relación entre las enfermedades autoinmunes y las mujeres
Los médicos no están seguros de por qué se producen las enfermedades autoinmunes en primer lugar o por qué las mujeres se ven más afectadas que los hombres. Una teoría es que los niveles más altos de hormonas en las mujeres, especialmente durante los años de maternidad, podrían hacerlas más susceptibles a las enfermedades autoinmunes.
Sin embargo, Orbai señala que esta idea aún no se ha demostrado: hay muchos factores que afectan a la autoinmunidad, tanto genéticos como ambientales. Los investigadores no pueden explicar definitivamente por qué las mujeres desarrollan estas enfermedades más que los hombres.
El papel de la infección y la enfermedad
En un nivel básico, las enfermedades autoinmunes se producen porque las defensas naturales del cuerpo -el sistema inmunitario- atacan al propio tejido sano del organismo. Los investigadores tienen varias ideas sobre por qué ocurre esto.
Cuando el cuerpo percibe el peligro de un virus o una infección, el sistema inmunitario se pone en marcha y lo ataca. Esto se denomina respuesta inmunitaria. A veces, las células y los tejidos sanos quedan atrapados en esta respuesta, lo que da lugar a una enfermedad autoinmune.
Muchos científicos creen que esto es lo que causa la artritis reumatoide, un tipo de enfermedad autoinmune que ataca las articulaciones. También es frecuente que, tras padecer una faringitis estreptocócica, las personas desarrollen psoriasis, una enfermedad autoinmune que provoca parches de piel gruesa y escamosa.
Otros tipos de enfermedades autoinmunes pueden provenir del cuerpo que intenta luchar específicamente contra las células cancerosas. Orbai señala la esclerodermia, una enfermedad que provoca el engrosamiento de la piel y los tejidos conectivos. «La idea es que cuando el sistema inmunitario se deshace del cáncer, queda una respuesta inflamatoria a causa de esa lucha», dice. Los investigadores del Johns Hopkins estudiaron a pacientes que desarrollaron tanto esclerodermia como cáncer para tratar de aclarar esta relación.
La teoría del daño
Los científicos creen que las lesiones pueden desempeñar un papel en algunos tipos de enfermedades autoinmunes como la artritis psoriásica, una enfermedad que afecta a las articulaciones de algunas personas con psoriasis.
Las investigaciones han demostrado que en las partes del cuerpo sometidas a un gran estrés se produce una respuesta autoinmune tras dañar los tendones, que unen el músculo al hueso. Por ejemplo, el talón de un corredor es una zona en la que el músculo tira constantemente del hueso para crear movimiento.
«Esta tensión repetida puede exponer el tejido que normalmente no debería estar en contacto con las células sanguíneas», dice Orbai. «Cuando ese tejido queda expuesto, es como una pequeña herida. Las células sanguíneas intentan curarla, pero una respuesta inmunitaria anormal provoca la inflamación de las articulaciones y los tendones.»
Orbai se apresura a señalar que, aunque hay algunos datos que los respaldan, los científicos no han demostrado que sean causas de la enfermedad autoinmune.
Riesgo genético
Está claro que la genética desempeña un papel en la enfermedad autoinmune, pero los investigadores aún no entienden del todo cómo. Por ejemplo, tener un familiar con lupus o esclerosis múltiple (EM) aumenta el riesgo de padecer estas enfermedades. Algunas familias tienen varios miembros afectados por diferentes enfermedades autoinmunes. Sin embargo, la genética por sí sola no es suficiente para causar una enfermedad autoinmune.
«Sabemos que los genes son importantes, pero no lo son todo», afirma Orbai. «Puedes tener familiares con lupus o esclerosis múltiple y no padecerlos tú nunca. Incluso puedes dar positivo en el ADN específico del lupus y aun así no tener la enfermedad».
Es posible que la enfermedad autoinmune se produzca en función de la capacidad del sistema inmunitario para manejar el estrés. Orbai dice que esta es un área de intensa investigación. «¿Cuándo el estrés en el cuerpo supera la capacidad del sistema inmunitario para manejarlo? Si lo supiéramos, podría ser la clave para prevenir la enfermedad autoinmune antes de que se desarrolle».