Erosiones o abrasiones corneales (ojo raspado)

¿Qué es la erosión corneal?

Una erosión o abrasión corneal se produce cuando hay una pérdida del epitelio corneal, la capa externa de la córnea. Pueden producirse si la córnea se raspa o se lesiona, lo que suele provocar dolor ocular u otros síntomas.

Síntomas

El síntoma más común de una erosión o abrasión corneal es el dolor, a menudo como si tuviera algo en el ojo. También puede experimentar enrojecimiento del ojo, sensibilidad a la luz, visión borrosa y lagrimeo.

Estos síntomas no significan necesariamente que tenga una erosión o abrasión corneal. Sin embargo, si experimenta uno o más de estos síntomas, póngase en contacto con su oftalmólogo para que le haga un examen completo.

Causas

Estas condiciones dolorosas surgen comúnmente después de un pinchazo con un dedo, con las ramas de los árboles y arbustos, o de un roce vigoroso del ojo. A veces son causadas por lentes de contacto u otros cuerpos extraños en el ojo.

Factores de riesgo

Ciertas enfermedades y distrofias de la córnea pueden suponer un mayor riesgo de desarrollar erosiones corneales, incluso en ausencia de un traumatismo aparente.

Pruebas y diagnóstico

Detectar una erosión o abrasión requiere el uso de colorante de fluoresceína, que resalta el tejido lesionado durante un examen ocular. Si está presente, la enfermedad corneal subyacente también puede diagnosticarse durante un examen ocular. Por lo general, no es necesario realizar pruebas especiales de imagen o de otro tipo.

Tratamiento y medicamentos

Una erosión o abrasión corneal suele curarse rápidamente, a menudo en unos pocos días o una semana. Es importante no frotarse el ojo durante el proceso de curación, ya que las nuevas células epiteliales son frágiles y pueden desprenderse fácilmente. A veces, el oftalmólogo puede optar por colocar un parche en el ojo. Esto facilita la curación del epitelio corneal dañado y también reduce el dolor al evitar que el párpado parpadeante irrite la zona afectada. Dado que ambos ojos se mueven a la vez y el ojo es más doloroso cuando se mueve, suele ser útil descansar también el otro ojo.

Su oftalmólogo puede recomendarle un antibiótico para prevenir la infección. Las gotas anestésicas pueden aliviar el dolor y facilitar el examen, pero pueden impedir que el ojo sane adecuadamente si se utilizan repetidamente. Las gotas anestésicas nunca deben utilizarse como tratamiento. Mucho tiempo después de que una abrasión se haya curado, puede reaparecer espontáneamente, y a menudo se nota al despertar por la mañana. Las erosiones corneales recurrentes suelen requerir la repetición de parches o el uso de pomadas a la hora de acostarse. A veces se utiliza una lente de contacto blanda o tipo venda para facilitar la curación. Ocasionalmente, es necesario el tratamiento de la superficie corneal con una cirugía menor para evitar las recidivas.

Si las bacterias se introducen en los tejidos bajo el epitelio corneal protector, puede producirse una infección o una úlcera corneal. Estas complicaciones pueden ser muy graves y causar la pérdida de visión. Es necesario que usted y su oftalmólogo reciban los cuidados adecuados para ayudar a prevenir consecuencias graves.

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  • Revisado por Christopher T. Hood, M.D.

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