La esclerosis nuclear es un defecto ocular muy común en los animales de edad avanzada y suele confundirse con las cataratas en los animales de compañía. La esclerosis nuclear provoca un aspecto turbio en el cristalino del ojo, pero es menos perjudicial que las cataratas porque no afecta en gran medida a la visión de su mascota. Al no haber ningún otro factor externo responsable, esta enfermedad aparece como parte normal del proceso de envejecimiento y suele ser inevitable. No obstante, si los ojos de su mascota aparecen nublados, es importante que un veterinario la examine para que pueda estar informado y determinar cómo cuidar a su mascota de la mejor manera posible.
La esclerosis nuclear se desarrolla en el cristalino, que sirve como la parte del ojo que toma la luz exterior y la transmite a la retina. La retina es el tejido que recubre la superficie interna del ojo para crear la imagen visual. El cristalino es una estructura variable del cuerpo que siempre sufre cambios. Con la edad, comienza un proceso de endurecimiento llamado esclerosis nuclear que describe la forma en que se alinean las fibras que crean el cristalino. Las capas se acumulan sobre sí mismas y se vuelven más comprimidas, lo que finalmente reduce el área del cristalino y lo endurece para crear una película turbia.
Las cataratas, por otro lado, que también aparecen como una nubosidad en el ojo, son más perjudiciales para la visión de su mascota y pueden ser un signo de otras enfermedades. Las cataratas, que se manifiestan como zonas opacas del cristalino, pueden acabar provocando la pérdida total de la visión. La ceguera se produce cuando todo el cristalino está afectado. Tal vez lo más importante es que las cataratas pueden producirse como resultado de un trastorno metabólico, como la diabetes, que modifica la forma en que se disponen las fibras para crear el cristalino.
La esclerosis nuclear no tiene un tratamiento necesario porque no perjudica en gran medida la visión del animal de compañía y es un hecho natural. Las cataratas, sin embargo, requieren potencialmente un tratamiento que implique la ruptura y extracción quirúrgica del cristalino, así como el control de cualquier otra enfermedad que lo acompañe.
Un veterinario puede diferenciar si la nubosidad del ojo de un animal de compañía es esclerosis nuclear o cataratas mediante un examen ocular completo con la pupila totalmente dilatada. A veces es necesario llevar al animal a un oftalmólogo veterinario para recibir un diagnóstico preciso y comenzar el tratamiento necesario. Si el animal tiene cataratas, el veterinario también querrá realizar más diagnósticos para determinar si el animal también tiene diabetes.
Aunque los procesos de envejecimiento de una mascota pueden ser un momento difícil, la mejor manera de manejar este tipo de situaciones es mediante un buen cuidado en casa. Después de obtener el diagnóstico correcto de la enfermedad ocular a la que se puede enfrentar, tome las precauciones necesarias para ayudar a las necesidades de su mascota. Si la visión de su mascota está empezando a deteriorarse, lo mejor para el propietario y la mascota puede ser no alterar el entorno en el que está acostumbrada a vivir. Esto permitirá que su mascota aprenda gradualmente a depender de sus otros sentidos para mantener con seguridad su rutina diaria.
Amy Tartini & Daniela Sharma, Ph.D. – Rutgers University