Afrontar los efectos del trauma ajeno puede ser agotador y tener efectos negativos duraderos. No es raro que los educadores que tratan con niños traumatizados desarrollen sus propios síntomas de estrés traumático. Esto se conoce como estrés traumático secundario.
Para servir mejor a sus alumnos y mantener su propia salud, los educadores deben estar atentos a los signos de estrés traumático secundario en ellos mismos y en sus compañeros de trabajo. En una escuela informada sobre el trauma, se debe animar al personal a practicar el autocuidado junto con otras estrategias para protegerse o curarse de los efectos del estrés traumático secundario.
Factores de riesgo & Causas del estrés traumático secundario
Ciertas circunstancias pueden hacer que usted sea más susceptible al estrés traumático secundario. Busque apoyo y practique el autocuidado para manejar los posibles efectos de estas experiencias:
- Exposición personal a un evento(s) traumático(s) o a individuos que están afrontando sus propias reacciones al trauma
- Contacto directo con historias traumáticas de niños
- Ayudar a otros y descuidarse a sí mismo
- Emocional – sentirse entumecido o desapegado; sentirse abrumado o incluso desesperado.
- Físico – tener poca energía o sentirse fatigado.
- Conductual – cambiar su rutina o participar en mecanismos de afrontamiento autodestructivos.
- Profesional – experimentar un bajo rendimiento en las tareas y responsabilidades del trabajo; sentir una baja moral en el trabajo.
- Cognitivo – experimentar confusión, disminución de la concentración y dificultad en la toma de decisiones; experimentar imágenes de trauma, que es ver los eventos una y otra vez.
- Espiritual – cuestionar el sentido de la vida o carecer de autosatisfacción.
- Interpersonal – retraerse físicamente o no estar disponible emocionalmente para sus compañeros de trabajo o su familia.
Signos de estrés traumático secundario
El estrés traumático secundario puede impactar en todas las áreas de su vida. Los efectos pueden ser desde leves hasta debilitantes. Si cree que puede estar en riesgo, esté atento a cualquiera de los siguientes síntomas:
Si experimenta alguno de estos síntomas, tome medidas para gestionar su estrés traumático secundario.
Gestión del estrés traumático secundario
La concienciación es la clave para gestionar el estrés traumático secundario para la organización y para los individuos. Una comunidad escolar puede compartir información sobre los signos del estrés traumático secundario para que los miembros del personal reconozcan los signos en ellos mismos y en los demás. Las revisiones periódicas en pequeños grupos pueden ser una salida para los sentimientos de frustración y estrés. El reconocimiento de las condiciones estresantes por parte de la administración puede ayudar a los educadores a sentirse escuchados.
Los individuos pueden protegerse contra el estrés traumático secundario y gestionarlo practicando el autocuidado mediante el ejercicio regular, una dieta saludable y el sueño suficiente. Actividades como el yoga o la meditación pueden ser útiles para reducir el estrés general. Es importante que el personal se tome un tiempo para alejarse de la situación que provoca el estrés. Pasar tiempo con la familia o los amigos, o centrarse en un proyecto o afición puede ayudar.