Feto, también deletreado feto, cría no nacida de cualquier animal vertebrado, en particular de un mamífero, una vez que ha alcanzado la forma y estructura básicas propias de su especie.
A continuación se presenta un breve tratamiento del feto. Para más información sobre el feto humano, véase embarazo.
Los biólogos hablan arbitrariamente de las primeras etapas de desarrollo del óvulo fecundado como período embrionario, que termina cuando la forma externa del embrión comienza a parecerse claramente al recién nacido del grupo al que pertenece. El siguiente periodo, que culmina con el nacimiento, es el periodo fetal. En el desarrollo humano, esta transición se produce aproximadamente en la octava semana después de la concepción. La etapa fetal se caracteriza por un mayor crecimiento y por el pleno desarrollo de los sistemas orgánicos.
Ciertos trastornos genéticos del feto humano pueden provocar el nacimiento del bebé antes de llegar a término. Si la expulsión se produce antes de que el feto haya alcanzado un estado de desarrollo lo suficientemente avanzado como para permitirle vivir fuera del útero (de 20 a 22 semanas), se conoce como aborto espontáneo o aborto natural. La expulsión de un feto muerto a partir de entonces se considera un mortinato y la de un feto vivo un parto prematuro. El nacimiento postmaturo es aquel que ocurre más de tres semanas después de la fecha prevista para el parto.
Los avances en las tecnologías de secuenciación del ADN han permitido a los científicos reconstruir el genoma fetal humano a partir de material genético aislado de la sangre materna y la saliva paterna. Las herramientas de secuenciación del genoma fetal son valiosas sobre todo en el ámbito del diagnóstico prenatal, donde los métodos de prueba no invasivos, como los basados en el análisis de la sangre o la saliva paterna, podrían reducir significativamente el riesgo de aborto involuntario asociado a la recogida de tejido fetal o placentario en procedimientos como la amniocentesis y el muestreo de vellosidades coriónicas.