El cuerpo pierde agua de forma natural a través del sudor y la orina. Si su cuerpo pierde más líquidos de los que bebe, se deshidrata. La deshidratación grave puede provocar calambres, shock, insuficiencia renal y otros problemas graves.
Si tiene 65 años o más, especialmente si tiene una enfermedad en curso, tiene más posibilidades de deshidratarse.
La deshidratación también puede ser causada por la exposición al calor, la fiebre alta, los vómitos y la diarrea, los medicamentos diuréticos y laxantes y el desequilibrio de líquidos causado por ciertas afecciones.
Siga estos cuatro pasos para prevenir la deshidratación:
- Beba mucha agua, según las indicaciones de su médico.
- Consuma alimentos con grandes cantidades de agua, como frutas y verduras.
- Evite o limite las bebidas con cafeína como el café, los tés y los refrescos.
- Evite o limite las bebidas con alcohol.
Si usted o su ser querido tiene síntomas de deshidratación grave, como sed excesiva, fiebre, latidos rápidos del corazón, respiración acelerada, poca o ninguna orina, orina concentrada de color oscuro y fuerte olor o confusión, póngase en contacto con su médico inmediatamente.