El acné es una enfermedad dermatológica muy común que, a pesar de ser más frecuente durante la adolescencia, puede desarrollarse a cualquier edad. Y, como ya sabemos, el acné suele manifestarse en forma de granos en el rostro. Pero, ¿solo surge en la cara?
No. Y aquí es donde llegamos al tema de hoy. El acné, aunque de forma menos frecuente, también puede desarrollarse en otras partes del cuerpo, como por ejemplo la espalda o el cuero cabelludo. En el artículo de hoy nos centraremos precisamente en el acné que se desarrolla en este cuero cabelludo, es decir, en la cabeza.
Los granos en la cabeza provocan escozor, picor y a veces incluso dolor. Además, a pesar de que la afectación estética sea menor que en los de la cara, lo cierto es que desde el punto de vista clínico es más problemática, pues en los casos más graves puede derivar en la caída del cabello.
Por ello, es importante conocer las causas que llevan a su aparición (para así prevenirla cuando se pueda) y saber de qué modos podemos tratarlos antes de que nos originen problemas. Y esto es precisamente lo que haremos en el artículo de hoy.
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¿Por qué aparecen granos en la cabeza?
Una persona desarrolla estos molestos granos porque sufre acné, una enfermedad dermatológica que surge principalmente a causa de trastornos en el sistema endocrino, es decir, por alteraciones en la producción de hormonas. Esto explica que sea precisamente en la adolescencia, la etapa de la vida con más desajustes hormonales, que el acné sea tan frecuente.
Pero lo cierto es que este acné y, evidentemente, los granos en la cabeza pueden surgir a cualquier edad, pues el factor hormonal no es el único que influye. Sea como sea, los granos en la cabeza aparecen porque, debido a la suma de distintos factores, nuestra piel produce excesiva grasa, los folículos pilosos (los «orificios” de la piel donde nacen los cabellos) se obstruyen y las bacterias empiezan a proliferar en su interior.
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En el momento que esto sucede, el sistema inmune reacciona para combatir esta infección, por lo que lleva al lugar de la obstrucción distintas células inmunitarias que empiezan a trabajar para eliminar a las bacterias. Y uno de los efectos de esta actuación del sistema inmune es la formación de pus y la inflamación, que es lo que hace que los granos se observen como crecimientos rojos (por la inflamación) con pústulas blancas.
En resumen, los granos en la cabeza aparecen porque, debido a distintos factores que analizaremos a continuación, los folículos pilosos del cuero cabelludo se obstruyen. Y esto, junto con el hecho de que nuestra piel produzca cantidades demasiado altas de grasa, potencia el crecimiento de bacterias, las cuales proliferan en el interior de estos folículos y estimulan toda la sintomatología y aspecto visual de los granos.
Las 9 principales causas
Cualquier condición, situación o circunstancia que lleve a una producción excesiva de grasa y a una obstrucción de los folículos pilosos del cuero cabelludo es un factor de riesgo para desarrollar granos en la cabeza. A continuación presentamos las principales causas. Ten en cuenta que muchas veces es una combinación de varias, así que lo mejor sería consultar con un médico, que determinará la gravedad de la situación.
Es importante mencionar que, a pesar de lo que se suele decir, la dieta influye muy poco en su aparición. Y es que aunque se afirme que comer demasiada grasa puede estimular su aparición (puede parecer lógico al saber que surgen porque la piel produce demasiada grasa), lo cierto es que esta producción excesiva de grasa depende mucho más de las hormonas que de lo que comemos. De igual modo, a pesar de que la falta de higiene es un factor de riesgo, no es uno de los más importantes. Es decir, una persona con una higiene perfecta puede tener también granos en la cabeza.
Desajustes endocrinos
Esta es la principal causa. De hecho, se cree que por muchos otros factores de riesgo que se cumplan, el que de verdad determina si desarrollaremos granos en la cabeza o acné en general es este. Y es que es con los desajustes en la producción de distintas hormonas (se producen más o menos de las que se deberían) que se estimula la producción excesiva de grasa por parte de la piel, que ya hemos visto que es condición indispensable para que surjan los granos.
Esto explica que sea durante la adolescencia, el embarazo y los períodos menstruales que sean más frecuentes los granos, pues es cuando el cuerpo pasa por más desajustes hormonales.
Factores genéticos
La producción de hormonas está determinada, en parte (porque también depende del estilo de vida), por nuestros genes. Esto explica que se haya observado un cierto componente hereditario. Es decir, es frecuente ver que los hijos de padres que han tenido estos problemas también tengan más probabilidades de desarrollar granos en la cabeza.
Variaciones climáticas
Se ha observado que los cambios climáticos muy abruptos, como por ejemplo estar en la oficina con el aire acondicionado y salir de repente a la calle en pleno verano, aumenta el riesgo de desarrollarlos. Esto es debido a que las variaciones climáticas fuertes afectan a la salud de la piel, debilitándola y favoreciendo que los folículos pilosos se obstruyan.
Falta (o exceso) de higiene
Como hemos dicho, la falta de higiene no es un factor de riesgo tan importante como algunas personas creen, pero sí que existe. El problema es que es igual de mala la falta de higiene que la higiene excesiva. La falta de higiene es problemática porque aumenta el riesgo de infección de los folículos, pero la higiene excesiva (especialmente si se utilizan productos para el cabello de baja calidad) hace que la piel se vuelva más grasienta, por lo que terminamos con el mismo problema.
Problemas en la microbiota de la piel
Se ha observado que la microbiota de nuestra piel, es decir, las comunidades bacterianas que la habitan de forma natural, es un factor muy importante a la hora de determinar nuestra susceptibilidad. Y es que dependiendo de qué poblaciones bacterianas haya, nos protegerán mejor (o peor) del ataque de los patógenos que más frecuentemente provocan el acné.
De igual modo, esta microbiota también influye en el estado de salud general de la piel, así que su papel es clave.
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Comer muchos hidratos de carbono
Como hemos dicho, la dieta no es un factor tan importante como se cree. Y si lo es de algún modo, no es como pensamos. Y es que no son las grasas las que aumentan el riesgo de desarrollar granos en la cabeza (a pesar de que se diga mucho que si comes demasiado chocolate tendrás acné), sino los hidratos de carbono, es decir, el pan, la pasta, el arroz, las patatas…
Sufrir estrés
Es muy habitual que estos granos aparezcan justamente en las épocas que sufrimos más estrés, ya sea en el trabajo o en la vida personal, pues esto hace que se desajuste la síntesis de hormonas. Y ya hemos visto las consecuencias que esto tiene.
Reacciones alérgicas
Es también habitual que estos granos surjan como efecto secundario al consumo de algún medicamento o como reacción alérgica a un alimento o producto químico. En este caso, bastaría con evitar el contacto con ellos.
Enfermedades inmunes
Es menos común, pero lo cierto es que los granos en la cabeza también pueden desarrollarse sin necesidad de que haya problemas hormonales, sino como efecto de sufrir una enfermedad en el sistema inmunitario. Cuando se padece una patología así en la que la acción de las células inmunes se desajusta, es posible que estas ataquen a los folículos pilosos cuando realmente no hay ninguna infección que combatir.
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¿Cómo puedo tratarlos?
Ahora que ya hemos visto qué son y cuáles son las principales causas, podemos ver que muchas veces los granos en la cabeza surgen por condiciones ajenas a nuestro control (sistema endocrino, estrés, trastornos genéticos…), por lo que la prevención no siempre es posible. Por ello, hay que estar preparado para sufrirlos y saber cómo actuar.
Recuerda que no es una condición en absoluto grave, pero sí que sería conveniente acudir a un médico. Más allá de esto, los granos en la cabeza pueden tratarse con sencillos remedios caseros o, en casos puntuales, con productos de farmacia.
Utilizar toallitas faciales
En la farmacia podemos conseguir toallitas y limpiadores especiales para el acné, que contienen ácido salicílico. Estas han demostrado ser muy útiles para aliviar la sintomatología (incluida a nivel estético) del acné y también pueden usarse en caso de tener granos en la cabeza.
Evitar fricciones en la piel
A más fricción, más acné. Cuanto más nos rasquemos, más empeoramos la situación, pues dañamos más la piel y estimulamos la infección. Cuando tenemos granos en la cabeza y queremos que desaparezcan lo más rápido posible, lo mejor es, a pesar de que escuezan mucho, no tocarlos.
Evitar champús grasos
Cuando vayamos a comprar champú, debemos seleccionar uno que sea poco aceitoso y, a poder ser, que esté hecho a base de agua. Si tenemos un problema de excesiva producción de grasa y encima ponemos más compuestos aceitosos en el cuero cabelludo, más daño nos hacemos.
Utilizar cremas retinoides
Entramos en el campo de los medicamentos, así que siempre habría que pedir consejo y aprobación a un médico. Si queremos una buena crema contra el acné, hay que ir a una farmacia, no al supermercado. Las cremas retinoides son geles que se aplican encima de la piel y que impiden que se obstruyan los folículos pilosos, así que previene la aparición de granos. Para conseguirlas se necesita receta médica.
Utilizar antibióticos
En los casos más graves en los que la sintomatología es muy molesta y la persona no responde a los otros remedios, es posible que el médico recete antibióticos para combatir la infección y así hacer desaparecer los granos, aunque esto no impide que después vuelvan a aparecer. Dependiendo de la situación, prescribirá antibióticos orales (normalmente es la tetraciclina) o de uso tópico, es decir, geles que se aplican encima del cuero cabelludo.
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