Una investigación reciente muestra que los hongos invasores y causantes de enfermedades están al acecho en el 62% de los lavavajillas domésticos de seis continentes, incluida América del Norte.
Desde el brote de meningitis de 2012 causado por inyecciones de esteroides contaminadas con hongos, el peligro de la contaminación fúngica se ha convertido en una preocupación creciente para la salud pública.
En un estudio publicado este mes en Medical Mycology, y otro publicado en 2011 en Fungal Biology, los investigadores tomaron muestras de lavavajillas domésticos en Europa, Asia, Oriente Medio, África, Australia y América del Norte y del Sur.
Descubrieron que el entorno alcalino, húmedo y de alta temperatura de los lavavajillas es el hábitat perfecto para algunas especies de hongos oportunistas que se sabe que son perjudiciales para los seres humanos.
Las especies similares a las levaduras que encontraron con más frecuencia fueron Exophiala (levaduras negras), Rhodotorula (levaduras rojas) y Candida parapsilosis (levaduras blancas).
Según el estudio de 2011, «el 62% de los lavavajillas dieron positivo en hongos, y el 56% de ellos albergaban Exophiala». Las levaduras negras Exophiala dermatitidis y Exophiala phaeomuriformis fueron las más frecuentemente identificadas.
Los hongos son organismos vegetales primitivos que se reproducen enviando diminutas esporas al aire. Estas esporas microscópicas pueden inhalarse fácilmente hacia los pulmones, donde pueden colonizar y causar infecciones sistémicas difíciles de curar.
Los adultos y los niños que toman antibióticos y los que tienen el sistema inmunitario comprometido son especialmente vulnerables a las micosis (infecciones por hongos) en los pulmones o en la piel. Las especies de Exophiala infectan con frecuencia los pulmones de los pacientes con fibrosis quística. Y los diabéticos son propensos a desarrollar infecciones fúngicas en la piel, que pueden causar erupciones secas y con picor.
Tanto la Rhodotorula como la Candida son problemas emergentes en los hospitales, donde los catéteres contaminados causan peligrosas infecciones del torrente sanguíneo en pacientes extremadamente enfermos, especialmente en las unidades de cuidados intensivos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., la Candida es la cuarta causa más común de infecciones sanguíneas adquiridas en los hospitales de EE.UU.