Huevos de Pascua y lactancia… ¿cuántos son demasiados?

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Pip Wynn-OwenKidspot.com.au
Aunque el exceso de chocolate no es recomendable para las mamás lactantes, hay formas de evitarlo para que todos estén contentos.

Ahogarse en el chocolate es incluso más fácil de lo que parece. Imagen: Warner Bros.

A las nuevas mamás siempre se les da una larga lista de lo que se debe y no se debe hacer.
Y hay muchos mitos flotando sobre las restricciones de alimentos cuando se da el pecho.

¡Incluso hay una teoría conspiratoria de que estos mitos son perpetuados por las compañías de fórmula para hacer que la alimentación con biberón parezca más atractiva!

El mito común sobre el chocolate

Una razón para no comer chocolate y dar el pecho que parece surgir una y otra vez, es que el chocolate contiene cafeína. Demasiada cafeína puede afectar a algunos bebés.

Según la Asociación Australiana de Lactancia Materna, «algunas madres descubren que su bebé se pone infeliz, nervioso, con cólicos y/o duerme mal si consume demasiada cafeína. El exceso de cafeína es diferente para cada madre y depende de varios factores, como la forma en que el cuerpo de la madre procesa la cafeína. La única forma de saber si estás consumiendo demasiada cafeína es observar a tu bebé»

A menudo se aconseja a las madres lactantes que vigilen su consumo de «cafeína total», ya que la cafeína no está sólo en el café.

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¡Cuidado, la cafeína está en todas partes! Fuente: iStock

La verdadera razón según los expertos

Los expertos de la Royal Society for Chemistry dicen: «A veces verás que se dice que el chocolate contiene cafeína – no es así, pero la teobromina tiene algunos efectos similares a la cafeína y por eso es responsable de este mito urbano.» La teobromina está en el chocolate y es similar a la cafeína, pero aparentemente la metabolizamos de forma diferente. Según los químicos, necesitamos cantidades mucho mayores para conseguir los efectos secundarios de reducción de la somnolencia y el nerviosismo.

La teobromina está en los sólidos de cacao y el chocolate negro es «negro» porque contiene un mayor porcentaje de sólidos de cacao y, por tanto, mayores niveles de teobromina. El chocolate blanco no tiene sólidos de cacao y, por tanto, no contiene teobromina. Por lo tanto, si quieres limitar tu consumo de teobromina, es mejor que te des un capricho con huevos de leche o de chocolate blanco.

Otra afirmación sobre el chocolate y la lactancia

Otra afirmación sobre evitar el chocolate cuando estás amamantando, es que el chocolate puede contener alérgenos como los frutos secos, la soja o los lácteos, que podrían afectar a tu bebé. Es cierto que algunos bebés tienen sensibilidad alimentaria. Y sí, todo lo que comes y bebes pasa a tu bebé cuando le das el pecho. Si tu bebé parece especialmente inquieto, o tiene sarpullidos o cacas muy raras, merece la pena reflexionar sobre tu dieta y pedir consejo a un profesional de la salud si continúa. Pero recuerda que todos los bebés pueden tener periodos de inquietud a lo largo del día. Cambiar drásticamente su dieta puede no ser la solución. Ten cuidado de no culpar de todo a lo que comes o dejas de comer durante la lactancia. Confía en que conoces a tu bebé y a tu cuerpo mejor que nadie, y haz lo que te parezca correcto.

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Los pequeños no cuentan realmente, ¿verdad? Fuente: Cadbury

Así que la buena noticia es que parece que comer huevos de Pascua con moderación está absolutamente bien si estás amamantando, pero si quieres disminuir cualquier efecto potencial de la teobromina, elige huevos blancos. Y recuerde, se ha descubierto que el chocolate tiene muchos beneficios, incluyendo el aumento de la producción de leche materna, así como la mejora de la salud cardiovascular, la nutrición del cuerpo después del ejercicio, la reducción de la fiebre, la mejora de la longevidad, el fomento del sueño, el alivio de los dolores de garganta y la mejora de su vida sexual.

Y lo único que todos los bebés realmente necesitan es una mamá feliz!

¡Feliz Pascua!!!

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