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– «En 2001, se puso finalmente en marcha un plan para contener las aguas altas. El «Proyecto MoSE», como fue apodado, preveía la construcción de 79 compuertas de acero que se instalarían a lo largo del fondo marino en las tres entradas de la laguna.» – Redux

El plan de diseño del Proyecto MoSE (Modulo Sperimental Elettromeccanico) incluye setenta y ocho compuertas de caja de acero con bisagras colocadas a lo largo de las ensenadas de Lido, Malamocco y Chioggia. Las compuertas se inundarán primero en cajones del fondo marino. Las compuertas abatibles resultaron ser el tipo de compuerta más adecuado por su capacidad para quedar fuera de la vista cuando no se utilizan y por su bajo coste de producción. Cuando las mareas alcanzan los 110 centímetros, el aire fluye a través de las compuertas, vaciando el agua y permitiendo que las compuertas pivoten hacia arriba. Uno de los retos del proyecto fue tratar de predecir la altura correcta de la barrera para adaptarse a la subida del nivel del mar. Tras consultar con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, se tuvo en cuenta una subida del nivel del mar de 60 cm. Las puertas de 300 toneladas tendrán un grosor de entre 4 y 5 metros, una longitud de entre 22 y 30 metros y una anchura de 20 metros. Las bisagras de la compuerta tendrán forma esférica y estarán formadas por conductos para la compresión del aire. Los cajones se colocarán sobre pilotes en zanjas con dimensiones de hasta 60 metros de longitud, 10 metros de profundidad y 45 metros de anchura. El suelo de cada entrada se reforzará con jet grouting y el terreno alrededor de los cajones se asegurará con colchones de roca. Para la construcción de los cajones se utilizará un puerto de embarcaciones y un patio de fundición de 16 hectáreas en la laguna. Los cajones se construirán sobre plataformas que incluirán gatos montados en carros. Esto permitirá que los cajones sean rodados hasta los elevadores de barcos, que bajarán los cajones al agua.

¿Funcionará?

La preocupación por la interferencia con las mareas normales puede aumentar los niveles de sustancias químicas tóxicas, como el mercurio, en las aguas de Venecia. Esto podría amenazar la vida tanto de la vida marina como de la salud de las personas que comen el pescado local. Como Venecia no tiene alcantarillado, la mayoría de sus «residuos domésticos fluyen hacia los canales y son arrastrados al océano dos veces al día con las mareas» (Fletcher,2005). Así que no se sabe qué efectos pueden tener las compuertas en el sistema natural de residuos de la ciudad.