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Desde 1932, enclavado en las montañas Turtle de Dakota del Norte y Manitoba, el Jardín Internacional de la Paz es una de las atracciones más simbólicas y pintorescas del continente. Miles de turistas acuden a este tributo único a la paz y la amistad entre los pueblos de los Estados Unidos de América y de Canadá.
El jardín abarca 2.300 acres de belleza natural, dos prístinos lagos de agua dulce, pintorescas rutas de senderismo y conducción, flores silvestres, cascadas y una gran variedad de aves y animales norteamericanos. Dispone de instalaciones de camping modernas y rústicas, así como de instalaciones para celebrar bodas, convenciones y reuniones. Por último, pero no por ello menos importante, está el fenomenal Jardín Formal.
Las palabras no pueden expresar la belleza, el orgullo y la paz que muchos experimentan al contemplar este impresionante jardín de más de 155.000 flores en exhibiciones escondidas en las terrazas y paseos del jardín. Los sonidos terapéuticos de las aguas que fluyen se pueden escuchar en todo el jardín en varias capacidades. Los despliegues de banderas florales de Estados Unidos y Canadá son los dos únicos despliegues florales de todo el jardín que permanecen iguales cada año. El reloj floral de 13 pies de largo despliega entre 2.000 y 2.500 flores cada año, dependiendo del diseño. El diseño octogonal del estanque reflectante se repite con muchos jardines de arbustos, plantas anuales y perennes en la zona del jardín hundido. La zona de los jardines hundidos se ha mejorado recientemente con los nuevos jardines añadidos. La paz resuena en el Jardín Internacional de la Paz en cada centímetro de su ser.
Cada 15 minutos y a la hora, se pueden escuchar los encantadores tonos de las campanas del Carillón. Los postes de la paz, presentados por el gobierno japonés, en los que está escrito «Que prevalezca la paz» en 28 idiomas diferentes. La Capilla de la Paz es el único edificio a caballo entre la frontera estadounidense y la canadiense. La capilla presenta docenas de citas de «Gente de Paz» grabadas en hermosas paredes de piedra caliza embellecidas con fósiles. En la Capilla del Jardín, verdaderamente inspiradora, se encuentra abierto un libro de recuerdos con los nombres de las víctimas del 11-S. El monumento conmemorativo del 11-S, formado por vigas retorcidas rescatadas de la devastación del World Trade Center, descansa, como símbolo de paz y democracia. El Jardín Internacional de la Paz, «como ningún otro lugar en la Tierra», es un refugio perfecto y memorable, donde se encuentran las personas y la naturaleza.