La mejor música clásica de Navidad: 10 piezas esenciales

La Navidad está impregnada de tradición musical, y su canon clásico brilla con joyas festivas. Nuestra selección de la mejor música clásica de Navidad es una instantánea de muchas Navidades pasadas: sentimientos de alegría, celebración, reflexión y nostalgia están ligados a estas hermosas partituras atemporales. Sírvase un vaso de vino caliente, relájese y escuche estas obras maestras de la música clásica navideña, con magníficas obras corales y fantasías orquestales. Feliz Navidad!

Escucha Classical Christmas en Apple Music y Spotify y desplázate hacia abajo para explorar nuestra selección de la mejor música clásica de Navidad.

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La mejor música clásica de Navidad: 10 piezas imprescindibles

10: Berlioz: L’Enfance du Christ

El relato musical de Berlioz sobre La infancia de Cristo es perfecto para escuchar en Navidad. Este oratorio, escrito en 1854, cuenta la historia sagrada desde el decreto de Herodes en Judea hasta el viaje de María y José y el nacimiento de Cristo. Desde el dramatismo de «El sueño de Herodes» hasta el sosiego de «La despedida del pastor», el romanticismo de Berlioz aporta profundidad y color a la historia bíblica.

9: Britten: Una Ceremonia de Villancicos

La Ceremonia de Villancicos de Britten presenta un conjunto de voces celestiales acompañadas simplemente por un arpa angelical. El uso de sólo voces agudas evoca una sensación de inocencia infantil, creando una atmósfera cálida y mágica. La pieza en sí es una selección de villancicos medievales, todavía en el idioma original, conservados en el refrescante lenguaje compositivo de Britten. Una maravillosa pieza clásica para rellenar los calcetines.

8: Liszt: Weihnachtsbaum

La Suite del Árbol de Navidad de Liszt para piano solo es una delicia clásica navideña. Las doce piezas son, para los estándares de Liszt, maravillosamente simplistas en su composición y no demasiado difíciles de tocar; de hecho, fueron dedicadas al nieto mayor de Liszt y cantan a la maravilla e inocencia infantil. Esta conexión con las generaciones más jóvenes impregna la partitura que, impregnada de nostalgia festiva, es una joya menos conocida de la obra pianística de Liszt y una de las mejores piezas de la música clásica navideña.

7: Byrd: O Magnum Mysterium

Un mensaje navideño de hace 400 años, entregado en glorioso contrapunto coral. Escrito en 1607, O Magnum Mysterium de Bryd, es un hermoso motete para coro a 4 voces, y es una meditación sobre el maravilloso nacimiento sagrado. Una cálida y sutil mezcla de voces etéreas con armonías profundas y resonantes transmiten el texto:

O gran misterio
y maravilloso sacramento
que incluso los animales vieron
al Señor recién nacido
acostado en un pesebre.
Virgen bendita, cuyo vientre
fue digno de dar a luz
a nuestro Señor Cristo

Hay una profundidad tangible en esta pieza: se siente vasta pero íntima, celebratoria pero reflexiva.

6: Finzi: In Terra Pax (En la Tierra, la Paz)

Imagínese una helada mañana de invierno. Las cuerdas nebulosas y apagadas y el arpa resplandeciente se derriten gradualmente, calentadas por la profundidad de un solo de barítono puro y prístino, una soprano angelical y un coro de voces celestiales. In Terra Pax toma su texto del relato de San Lucas sobre la primera Nochebuena en Belén, flanqueado por versos del poema de Robert Bridges, Noel: Christmas Eve, 1913. El oyente se ve arrastrado por la encantadora narración y envuelto en una masa de cálidas cuerdas y voces en esta mágica ambientación navideña.

5: Bach: Magnificat

El Magnificat de Johann Sebastian Bach es una composición musical del cántico bíblico Magnificat, el texto en latín de la historia de la Virgen María narrada en el Evangelio de San Lucas. En 1723, poco después de haber sido nombrado director de música y organista de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, Bach puso el texto del Magnificat, compuesto originalmente en Mib mayor, que se estrenó en la Nochebuena de 1723. Al año siguiente, Bach realizó una nueva versión, que transpuso a re mayor, para ser interpretada en la fiesta de la Visitación en julio. El Magnificat es una de las obras vocales más populares de Bach.

4: Haendel: El Mesías

El oratorio de Händel de 1742, una reflexión épica sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección de Cristo, es un fijo en los programas de Pascua y de Navidad y una de las mejores piezas de la música clásica navideña. La primera parte, a menudo denominada «navideña», contiene los emblemáticos estribillos «Y purificará» y «Porque nos ha nacido un niño». Las interpretaciones de la parte navideña de la obra suelen concluir con el interminable y alegre ‘Coro del Aleluya’.

3: Prokofiev: ‘Troika’ de la suite Teniente Kijé

Esta exultante melodía orquestal es probablemente más conocida por ser el clímax de ‘I Believe in Father Christmas’ de Greg Lake, pero fue escrita originalmente por nada menos que Prokofiev para su suite Teniente Kijé. Una «troika» es un trineo ruso de tres caballos: la excitada ráfaga de cuerdas, las brillantes campanas y los festivos metales representan un mágico paseo en trineo por la reluciente nieve. Qué más navideño!

2: Bach: Oratorio de Navidad

Esta extravagancia coral festiva de casi tres horas es una de las mejores piezas de la música clásica navideña. El Oratorio de Navidad de Bach se divide en 6 cantatas, cada una de las cuales se interpreta en los días siguientes a la Navidad. La primera parte, interpretada el día de Navidad, anuncia el Santo nacimiento; la segunda, para el día 26, describe la anunciación a los pastores; la tercera, la adoración de los pastores, y así sucesivamente. Cada sección tiene su propio carácter distintivo, que cobra vida en la magistral composición de Bach, y es a partes iguales intensa, reflexiva y jubilosa.

1: Tchaikovsky: El Cascanueces

El eterno ballet de Tchaikovsky, El Cascanueces, encabeza nuestra lista. Un baile de Nochebuena, juguetes que cobran vida por arte de magia, el país encantado de los Dulces, copos de nieve que bailan y hadas de azúcar que bailan. La partitura de Tchaikovsky capta la maravilla infantil de este cuento de hadas festivo con una orquesta resplandeciente, una percusión centelleante y, en algunos momentos, un coro suave. El Cascanueces es un clásico absoluto: ninguna Navidad estaría completa sin él.

Nuestra grabación recomendada de El Cascanueces de Tchaikovsky interpretada por la Filarmónica de Los Ángeles & Gustavo Dudamel se puede comprar aquí.

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