Aunque muchos factores afectan en gran medida a la experiencia de pesca de la lubina, se dice que la presión barométrica es uno de ellos.
La presión de la atmósfera se conoce como presión barométrica. Cuando es alta, el aire se hunde y es forzado hacia el suelo. El mismo aire tiene que volver a subir, y cuando lo hace, se enfría y la humedad del aire se condensa; esto hace que la presión barométrica baje.
Aunque algunos pescadores juran que juega un papel esencial para determinar el éxito de su viaje de pesca, la información científica sobre los efectos exactos que esta presión tiene sobre el bass es bastante escasa.
Los expertos han elaborado varias teorías para determinar la influencia de la presión barométrica en el bass. Vamos a discutir la conclusión de estas teorías y tratar de obtener una mejor comprensión de las variables que determinan su probabilidad de capturar el bajo.
Efectos de la presión atmosférica en los peces
Algunos de los principales factores que intervienen en la creación de las nubes son la cantidad de humedad, la presión atmosférica y las temperaturas asociadas. Los cambios en la presión son a menudo una indicación de un cambio en el clima general.
Desgraciadamente, la investigación disponible sobre la relación de la presión del aire y los peces es limitada. Sin embargo, sabemos algunas cosas.
En primer lugar, un pez que tiene una vejiga de gas sólo tiene que nadar alrededor de un pie en la dirección hacia arriba o hacia abajo. Sin embargo, durante la ocurrencia de huracanes y tifones, el efecto es mucho mayor y notable.
Cuando los peces van a profundidades mayores mientras cazan presas o viajan hacia un lugar diferente, podrían experimentar mayores cambios de presión.
Los peces que tienen vejigas gaseosas cerradas, entre ellos la lubina negra, utilizan esas vejigas para adquirir la densidad natural y mantenerse estables a profundidades constantes.
A través de esta ingravidez, se conserva la energía; así, su necesidad de nadar también se reduce. Cuando se producen cambios en la presión atmosférica y en las profundidades, estos peces adaptan la presión de la vejiga para restablecer el equilibrio de forma natural.
Se mantienen en un estado en el que las fuerzas opuestas están equilibradas. Por lo tanto, cuando estos peces permanecen en las profundidades durante un período más largo, se hace muy improbable que perciban los cambios de presión y acaban anulándolos.
Los biólogos han indicado desde hace tiempo que las olas, las nubes, los cambios de iluminación y otras condiciones meteorológicas extremas variables afectan al éxito de la caza, ya que estas condiciones no permiten a los depredadores tener una visión clara.
Sin embargo, nunca han identificado sistemas sensoriales ni ningún tipo de mecanismo físico que pueda detectar el efecto de los ligeros cambios de presión atmosférica en la lubina y otros peces.
¿Afecta la presión barométrica a la pesca de la lubina?
Como pescador, debes haber escuchado un montón de historias de pesca de lubinas sobre el clima y la presión barométrica que afectan a la pesca.
Existe el mito de que una mayor presión atmosférica provoca náuseas a los peces y por tanto no pican, haciendo que un día con esa condición meteorológica sea terrible para la pesca.
Después de revisar muchos estudios y leer varios relatos sobre la mejor presión barométrica para la pesca de la lubina, descubrimos que los resultados de cada uno de ellos eran bastante similares.
Basado en diferentes niveles de presión barométrica, esta es la conclusión a la que llegaron la mayoría de ellos:
Presión alta – Pesca baja
Se considera que la presión barométrica alta está en torno a las 30,50 pulgadas de Mercurio o 1032,849 milibares. Es cuando los cielos están despejados. Con esta presión barométrica, se cree que los peces pican a un ritmo medio o lento y hay que pescar lentamente en aguas más profundas o cerca de la cobertura.
Presión media – Pesca normal
La presión barométrica media se considera alrededor de 29,70 a 30,40 pulgadas de Mercurio o 1005,757 a 1029,462 milibares. El tiempo es bastante justo en esta condición.
Se recomienda pescar normalmente en este punto y utilizar varios cebos de pesca y diferentes artes que se dirigen específicamente al comportamiento, los patrones y las características de la lubina.
Presión baja – Pesca baja
La presión barométrica baja se considera alrededor de 29,60 pulgadas de Mercurio o 1002,371 milibares. El tiempo en este punto es lluvioso o muy nublado.
Quieres optar por la pesca baja a esta presión atmosférica. Acércate a los peces a un ritmo más lento y búscalos en aguas más profundas o cerca de la cobertura.
Aumento de la presión/mejora del tiempo – Los peces están ligeramente activos
A medida que la presión barométrica aumenta, el tiempo sigue mejorando con ella. A este ritmo, las lubinas se vuelven ligeramente activas. Se recomienda que intentes golpearlos a un ritmo más lento y en aguas más profundas o cerca de las coberturas donde se esconden.
Presión estable/tiempo justo – Pesca normal
Una presión barométrica estable indica tiempo justo. Durante este tiempo, no es necesario adaptar ningún método especial ni utilizar ningún equipo avanzado. Puedes utilizar el equipo que más te convenga y probar varios cebos.
Presión descendente/tiempo degradado – La mejor pesca
Cuando la presión barométrica está descendiendo, el tiempo se degrada; esto proporciona el mejor ambiente de pesca. No hay que preocuparse por no conseguir suficientes picadas. Los peces son propensos a alimentarse de cualquier cosa que se ponga a su disposición!
Conclusión
Aunque los resultados anteriores provienen de varios estudios e investigaciones, todavía esperamos una interpretación científica sólida y pruebas que expliquen la relación entre los cambios en la presión barométrica y el comportamiento de la lubina cuando se aíslan de otros impactos contradictorios de las condiciones meteorológicas.
Hasta que un mecanismo científicamente razonable entre en escena, pensamos que es más apropiado considerar el cielo y las condiciones meteorológicas en lugar de la presión atmosférica mientras se explica la actividad e inactividad de las lubinas.