La nutrición del cordero

El cordero es una de las carnes más versátiles del mundo. Se puede preparar de diversas maneras con excelentes resultados. La carne se obtiene de ovejas jóvenes de menos de un año de edad. Su carne roja y tierna tiene un sabor delicioso. Es una rica fuente de proteínas y vitaminas A, B3, B6 y B12. Su contenido en minerales incluye hierro, zinc, fósforo y calcio. Los minerales traza incluyen selenio, manganeso y cobre. Una ración de 3 onzas de cordero cocido aporta unas 175 calorías. El contenido total de grasa es de 8 gramos. Aunque el cordero contiene grasa saturada, ésta representa sólo el 35% de la cantidad total. El otro 65% es grasa monoinsaturada o poliinsaturada, que es un tipo de grasa más saludable. Estos son algunos de los beneficios del cordero para la salud.

Proteína

El cordero es una de las fuentes más ricas en proteínas de fácil digestión. Una ración de 100 gramos aporta unos 30 gramos de proteínas. Los aminoácidos facilitan la producción de energía a partir de los ácidos grasos. Esta energía favorece diversos procesos del organismo.

Vitamina B12

Las vitaminas del complejo B desempeñan un papel esencial en el metabolismo de las proteínas, los carbohidratos y las grasas. El cordero es una de las fuentes de carne que proporcionan altos niveles de vitamina B12. La vitamina B12 contribuye a diversos procesos metabólicos del organismo. La vitamina B12 también ayuda a producir glóbulos rojos. Ayuda a reducir los niveles de sustancias nocivas en la sangre, como la homocisteína. Los niveles elevados de homocisteína pueden dañar los vasos sanguíneos. Esto aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La homocisteína también aumenta el riesgo de osteoporosis.

El zinc

El cordero es una buena fuente de zinc de fácil absorción. Una ración de 3 onzas de esta carne proporciona el 30 por ciento del valor diario recomendado. El zinc es un requisito básico para varios procesos fundamentales del organismo. Una de sus funciones más importantes es la de apoyar al sistema inmunitario. Favorece la división celular normal y la rápida cicatrización de las heridas. Numerosas enzimas dependen del zinc para realizar sus funciones. El zinc contribuye a que las funciones olfativas y gustativas sean óptimas. También ayuda a prevenir la osteoporosis en los hombres mayores. Las investigaciones han establecido que una alta ingesta de zinc ayuda a reducir las fracturas de cadera en los hombres mayores.

El hierro es un mineral vital necesario para la formación de glóbulos rojos. Estos transportan el oxígeno por todo el cuerpo. El hierro ayuda a producir energía. También ayuda al sistema inmunológico. Es necesario para la formación de glóbulos blancos que actúan como anticuerpos. Éstos ayudan a combatir las infecciones y a proteger el cuerpo de las enfermedades. Una porción de 3 onzas proporciona alrededor del 20 por ciento del valor diario recomendado de hierro.

El selenio

Tiene propiedades antioxidantes que ayudan a reforzar el sistema inmunológico del cuerpo. Protege las células del cuerpo del daño de los radicales libres. El selenio mejora las funciones de la tiroides y facilita las actividades de varias enzimas esenciales. El selenio también es útil para combatir las infecciones víricas. Favorece la salud del hígado y previene ciertos tipos de cáncer.

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