Resumen

¿Qué significa «lesionarse la espalda»? La espalda está formada por huesos, músculos y otros tejidos que se extienden desde el cuello hasta la pelvis. Las lesiones de espalda pueden ser el resultado de la práctica de deportes, del trabajo en casa o en el jardín, de accidentes de coche a baja o alta velocidad, de levantar objetos pesados o de una caída.

La parte baja de la espalda es el lugar más común de las lesiones y el dolor de espalda. Las lesiones de espalda más comunes son:

Esguinces y distensiones: Cuando se estira en exceso un músculo de la espalda o se rompe un ligamento, la zona que rodea a los músculos suele inflamarse. La inflamación conduce a un espasmo de la espalda, y es el espasmo de la espalda el que puede causar tanto dolor lumbar severo como dificultad para moverse. Esto se debe a que el espasmo inmoviliza los músculos de la zona lesionada, actuando como una férula para proteger los ligamentos y las articulaciones de mayores daños.

Discos herniados: Cuando un paciente tiene una hernia discal sintomática, el disco en sí no es doloroso, sino que el material que se escapa del interior del disco está pellizcando o irritando un nervio cercano. Este tipo de patología produce dolor radicular (por ejemplo, dolor en la raíz del nervio), lo que lleva a un dolor que puede irradiarse a otras partes del cuerpo, como desde la parte baja de la espalda hacia la pierna o desde el cuello hacia el brazo.

Fractura de vértebras: Las fracturas van desde las simples fracturas por compresión, en las que el hueso se derrumba sobre sí mismo, quedando empujado; hasta las fracturas por estallido, cuando los trozos de hueso estallan en los tejidos que rodean la columna vertebral, incluyendo los nervios y la médula espinal. La peor de estas lesiones se denomina fractura-dislocación, en la que el hueso se rompe pero, al desgarrarse también los ligamentos, los huesos se deslizan unos de otros.

Estas lesiones pueden causar dolor y limitar el movimiento. Los tratamientos incluyen muchas modalidades conservadoras diferentes, como medicamentos, hielo, reposo en cama y fisioterapia, e intervenciones que incluyen inyecciones de esteroides o cirugía. Es posible que pueda prevenir algunas lesiones de espalda manteniendo un peso saludable, manteniendo un núcleo fuerte y utilizando una mecánica corporal adecuada al levantar objetos con las piernas.

En general, si el dolor presenta alguna de las siguientes características, es buena idea acudir a un médico para que lo evalúe:

  • Dolor de espalda que sigue a un accidente, como un accidente de coche o una caída de una escalera
  • Dolor de espalda continuo que está empeorando
  • Dolor que continúa durante más de cuatro a seis semanas
  • Dolor que es severo y no mejora después de unos días de remedios típicos, como el descanso, hielo y analgésicos comunes (como el ibuprofeno o el Tylenol)
  • Dolor intenso por la noche que le despierta, incluso de un sueño profundo
  • Dolor de espalda y abdominal
  • Entumecimiento o sensación alterada en la parte superior interna de los muslos, la zona de la ingle, las nalgas o los genitales
  • La conclusión es que, si tiene dudas, consulte a un médico. Si el dolor de espalda empeora con el tiempo, no mejora con el reposo y los analgésicos de venta libre, o implica síntomas neurológicos, entonces es recomendable ser evaluado por un médico especialista en dolor de espalda.

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