Cómo aplicar una compresa fría
Una compresa fría se utiliza para enfriar una zona lesionada, lo que protege el tejido corporal al reducir la tasa metabólica y la hinchazón alrededor de la lesión. También se utilizan con frecuencia para tratar las alergias oculares y para reducir la hinchazón alrededor de los ojos y el picor ocular. Una compresa fría puede ser desde un paño sumergido en agua fría hasta una compresa o bolsa comercial que se enfría por congelación o acción química. Las compresas frías comerciales suelen estar demasiado frías para su uso ocular y no deben utilizarse normalmente para este fin. Las compresas frías son una parte importante del tratamiento de las lesiones de los tejidos blandos, como las contusiones y los traumatismos por golpes.
Pasos para su uso en afecciones oculares:
1
Prepare la compresa. Haga una compresa de hielo envolviendo el hielo en una toalla o paño pequeño, o llenando una bolsa de plástico con hielo. Una compresa de hielo puede utilizarse para reducir la hinchazón y los hematomas en los traumatismos contundentes.
Para las alergias oculares es suficiente con una toalla facial que se empapa repetidamente en agua fría o fresca.
Nunca utilice compresas en ningún traumatismo ocular que pueda haber causado una lesión en el propio ojo. Del mismo modo, no utilice una compresa que esté tan fría que cause molestias.
2
Coloque suavemente la compresa fría sobre los párpados cerrados afectados, asegurándose de cubrir completamente la zona.
Asegúrese de mantener un paño o venda entre la compresa fría y la piel del paciente (si aplica una compresa casera como una bolsa de hielo directamente sobre la piel, puede causar congelación). Cuando utilice una compresa de agua fría, vuelva a empapar la toalla repetidamente para mantenerla fresca o fría.
3
Retire la compresa fría después de 20 minutos para evitar que la piel se congele.