Aunque tener una imagen corporal negativa puede ser doloroso y estresante, hay buenas noticias: Existen tratamientos eficaces. Veamos algunas de las opciones terapéuticas más efectivas para una imagen corporal negativa.
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
Múltiples estudios han demostrado que la terapia cognitivo-conductual (TCC) -una forma de terapia conversacional- es eficaz para ayudar a cambiar su imagen corporal.
Un terapeuta entrenado en TCC puede ayudarle a identificar patrones de pensamiento dañinos y defectuosos y a reestructurar sus pensamientos para que sean más amables y precisos.
Su terapeuta puede trabajar con usted para revisar su lenguaje autocrítico y desarrollar técnicas de relajación para aliviar parte del estrés que suele acompañar a la imagen corporal negativa.
A veces, la terapia TCC incluye imágenes guiadas, un tipo de relajación profunda en la que su terapeuta le ayuda a visualizar imágenes mentales que le calman.
Se necesita más investigación para entender qué métodos de TCC son responsables de cambiar su imagen corporal. Hasta la fecha, la TCC es el enfoque más fiable para resolver la imagen corporal negativa.
Psicoterapia
Un terapeuta o consejero autorizado puede ayudarte a hablar de las causas, los desencadenantes, los recuerdos y las asociaciones que puedas tener con tu imagen corporal.
Un estudio de 2013, por ejemplo, sugiere que los traumas infantiles y el abuso sexual están relacionados con una imagen corporal negativa más adelante en la vida.
Hablar con alguien sobre estas experiencias tempranas puede ayudar a revelar y cambiar las complicadas creencias subyacentes que puedas tener sobre tu cuerpo.
A menudo, la consulta de un terapeuta de confianza puede ser un lugar seguro para hablar de los pensamientos y comportamientos que podría no compartir con nadie más. Un terapeuta también puede educarte sobre las formas en que una imagen corporal negativa puede dañar tu salud mental y física.
Muchas personas trabajan con un terapeuta de forma individual en psicoterapia, pero otras prefieren un entorno grupal. La terapia de grupo puede proporcionar el apoyo adicional de compañeros que entienden lo que estás experimentando.
Medicación
Según una revisión de 2020, algunas investigaciones han demostrado que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que suelen recetarse para los trastornos de ansiedad, pueden ser útiles cuando se trabaja para cambiar la imagen corporal.
La medicación es especialmente eficaz cuando se combina con técnicas de TCC.
Si cree que la medicación podría ayudar, hable con su proveedor de atención médica sobre los riesgos que conlleva. Los ISRS no son adecuados para todo el mundo.
Terapias de acondicionamiento físico
Una cantidad saludable de actividad física puede liberar endorfinas (sustancias químicas para sentirse bien) para contrarrestar la ansiedad que a veces acompaña a una imagen corporal negativa.
Algunos investigadores creen que centrarse en lo que el cuerpo puede hacer, en lugar de en su aspecto, puede ayudar a reparar una imagen corporal distorsionada.
Otros investigadores han expresado su preocupación por el uso del ejercicio como forma de contrarrestar la imagen corporal negativa. Creen que puede existir el riesgo de reforzar la idea de que se hace ejercicio para cambiar el aspecto del cuerpo.
Se necesita más investigación para averiguar si el ejercicio tiene un impacto general positivo o negativo en la imagen corporal.
Educación en los medios de comunicación y en las redes sociales
La publicidad, la cultura de los famosos y las redes sociales han establecido dos estrictos ideales de belleza: el ideal de delgadez y el ideal de deportividad. Este mensaje implica que adherirse a estos dos estándares es la única manera de ser bella y ser amada.
Si consumes grandes cantidades de medios de comunicación y redes sociales, puedes correr el riesgo de interiorizar estos estándares peligrosos y poco realistas. Y los estudios han demostrado que cuando tus compañeros comparten estos ideales, el efecto que tiene en ti es aún más poderoso.
Crear una imagen corporal más saludable implica desaprender lo que te han enseñado las fuentes mediáticas.
Aprender a reconocer los mensajes dañinos de los medios de comunicación -ya sean los que venden los anunciantes o los que promueven amigos poco útiles en Internet- es el primer paso. Aprender a ver y apreciar una espléndida diversidad de cuerpos es también parte del proceso.
Según la Asociación Nacional de Trastornos Alimentarios, las normas y los ideales de la sociedad hacen que las poblaciones LGBTQ+ corran un mayor riesgo de desarrollar una imagen corporal negativa y patrones alimentarios desordenados.