5 cosas que hay que saber sobre la adenoidectomía
Por qué se hace
La adenoidectomía puede aconsejarse cuando un niño tiene una obstrucción nasal persistente, infecciones crónicas de oído o de los senos nasales, ronquidos o trastornos del sueño. Dice Bohm: «Si hay congestión y drenaje nasal frecuente, especialmente sin otros síntomas de enfermedad, normalmente recomendaremos una evaluación» con una radiografía o una pequeña cámara en la cavidad nasal.
Quién puede padecerla
La mayoría de los casos de adenoides agrandadas se presentan en la primera infancia, dice Bohm. Y no es necesario que un niño sea candidato a una amigdalectomía -a menudo estimulada por amigdalitis frecuentes o apnea del sueño (pausas en la respiración por la noche)- para justificar la extirpación de las adenoides.
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Cómo se realiza la cirugía
La extirpación de las adenoides, que se realiza de forma ambulatoria, se lleva a cabo bajo anestesia general con un tubo de respiración. La extirpación consiste en afeitar o cauterizar la adenoides hasta la base («como si se recortara un arbusto o una mata», señala Bohm). Es una operación corta, de unos 30 minutos en la mayoría de los casos, dice. No se necesitan suturas tras la extirpación de las adenoides.
Riesgos potenciales y complicaciones
Cualquier persona que se someta a una adenoidectomía debe estar «relativamente sana» en el momento de la operación para asegurar una rápida recuperación, dice Bohm. Pero hay que tener en cuenta especialmente a los niños con trastornos hemorrágicos y síndrome de Down. Los niños con antecedentes de paladar hendido o un trastorno neuromuscular pueden estar predispuestos a sufrir anomalías en el habla tras la intervención.
Qué esperar en la recuperación
En comparación con la amigdalectomía, el proceso de curación suele ser más fácil para los pacientes de adenoidectomía. «Suele haber menos dolor, menos riesgo de hemorragia y una vuelta más rápida a las actividades normales», dice Bohm. «Los niños pueden quejarse de un poco de dolor de oído o de garganta, que suele tratarse con Tylenol o Motrin». Aun así, señala, los síntomas pueden tardar varios días en mejorar.