Indicadores de práctica
La prevalencia de la enfermedad de los cálculos renales ha aumentado en los últimos años y afecta a entre el 5% y el 10% de la población.
Los alfabloqueantes relajan el músculo liso y disminuyen las presiones intraureterales. Los autores de este metaanálisis Cochrane evaluaron el papel de los alfabloqueantes como tratamiento médico para acelerar el paso de los cálculos ureterales.
Los autores identificaron 32 ensayos controlados aleatorios (ECA) y cuasi ECA con 5.864 participantes. Los participantes eran adultos sintomáticos con cálculos ureterales de 10 mm o menos confirmados radiológicamente. Los criterios de exclusión incluyeron infección del tracto urinario, hidronefrosis u otras anomalías subyacentes del riñón o los uréteres.
Los alfabloqueantes utilizados incluyeron tamsulosina (Flomax; 0.2 ó 0,4 mg), alfuzosina (Uroxatral; 10 mg), doxazosina (Cardura; 4 mg) y terazosina (Hytrin; 2 ó 5 mg); la mayoría de los estudios utilizaron tamsulosina en una dosis de 0,4 mg una vez al día. La mayoría de los estudios tenían una duración de dos a cuatro semanas y comparaban el tratamiento con alfabloqueantes más el tratamiento estándar (hidratación, analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos, corticosteroides, antibióticos profilácticos) con el tratamiento estándar más placebo. Otros compararon los alfabloqueantes con los bloqueantes de los canales de calcio, como la nifedipina (Procardia; 30 mg) o el antimuscarínico tolterodina (Detrol; 4 mg).
El tiempo total de expulsión de los cálculos fue tres días más corto con los alfabloqueantes que con la terapia estándar, con un tiempo medio de expulsión de siete en lugar de 10 días. Cuando se analizó el estado libre de cálculos al final del estudio, los pacientes que tomaban alfabloqueantes presentaban una eliminación mucho mejor en comparación con los que seguían el tratamiento estándar (30 estudios con 2.378 participantes; riesgo relativo = 1,48; número necesario a tratar = 4), y también cuando se comparó de forma directa con los pacientes que tomaban bloqueantes de los canales del calcio (cuatro estudios con 3.486 participantes; RR = 1,19; NNT = 4,8). Un ECA chino de 3.189 pacientes representó la mayor parte de estos últimos resultados; el estudio estaba adecuadamente enmascarado y se consideró de bajo riesgo de sesgo.2
Los beneficios de los alfabloqueantes fueron sólidos, independientemente de si el cálculo era menor de 5 mm o tenía entre 5 y 10 mm de diámetro. Los alfabloqueantes redujeron en gran medida la necesidad de hospitalización (cuatro estudios con 313 participantes; RR = 0,35; NNT = 4,2) y, en un grado más modesto, redujeron el número de episodios de dolor y la cantidad de analgésicos utilizados.
Sólo cinco estudios informaron de efectos adversos. En estos estudios, alrededor del 10% de los participantes (88 de 845) experimentaron mareos, palpitaciones, dolor de cabeza, rinitis, eyaculación retrógrada, fatiga y debilidad, reacción cutánea o hipotensión postural. La mayoría de los efectos adversos fueron leves y no condujeron a la interrupción del tratamiento.
Las directrices de la especialidad publicadas en 2007 recomiendan el uso de alfabloqueantes para ayudar a expulsar los cálculos ureterales subcentimétricos en pacientes por lo demás estables.3 La duración del tratamiento no se especifica en las directrices, pero esta revisión Cochrane sugiere que el paso debe producirse en el plazo de un mes, si no dos semanas. Los médicos de familia deberían considerar los alfabloqueantes como tratamiento de primera línea para los pacientes con cálculos ureterales subcentimétricos no complicados.