Los baby boomers y la hepatitis C: ¿Cuál es la relación?

La hepatitis C es una infección vírica que se transmite por contacto con sangre infectada. La infección por hepatitis C puede ser de corta duración (aguda) o de larga duración (crónica). La mayoría de las personas con hepatitis C aguda acaban desarrollando una hepatitis C crónica.

La hepatitis C no suele causar síntomas, por lo que la mayoría de las personas con hepatitis C no saben que están infectadas. Si no se trata, la hepatitis C puede provocar cirrosis, cáncer de hígado e insuficiencia hepática.

¿Por qué examinar a los baby boomers para detectar la hepatitis C?

¿Por qué recomendamos examinar a los adultos de la generación de los baby boomers? Para entenderlo, merece la pena repasar cómo hemos llegado hasta aquí.

En 1998, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) establecieron unas directrices para el análisis del VHC basadas en la presencia de factores de riesgo. Estos incluían la recepción de transfusiones de sangre antes de 1992, cuando las donaciones de sangre empezaron a ser analizadas para detectar el VHC; la recepción de factores de coagulación antes de 1987; la hemodiálisis (un proceso que filtra la sangre cuando los riñones no funcionan correctamente); y el uso de drogas inyectables. Sin embargo, no se diagnosticaron muchos casos de hepatitis C. Esto podría deberse a una combinación de médicos que no se comprometían adecuadamente y pacientes que negaban sus comportamientos de riesgo.

Para identificar más casos, los CDC abandonaron su antiguo enfoque y pasaron a recomendar de forma generalizada la realización de pruebas de detección a todos los adultos nacidos entre 1945 y 1965, los baby boomers. El motivo era que más de tres de cada 100 baby boomers estaban infectados por el VHC. Esta cifra era al menos cinco veces superior a la de cualquier otro grupo de adultos, y representaba alrededor del 75% de los casos de VHC.

Además, el diagnóstico del VHC en este grupo permitiría identificar a aquellos con enfermedades crónicas de larga duración, que corrían el riesgo de padecer las formas más avanzadas de enfermedad hepática. Por ello, en 2012, los CDC y el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF) recomendaron formalmente que todos los baby boomers se hicieran un único análisis de sangre para comprobar la presencia del VHC. (Las directrices también siguen recomendando que se sometan a las pruebas de detección aquellas personas con alto riesgo por otros motivos.)

¿Por qué la prevalencia del VHC es tan alta entre los baby boomers? Las evaluaciones de los factores de riesgo sugieren que este grupo puede haber sido más propenso a consumir drogas inyectables de forma ocasional o continuada durante la juventud, especialmente en las décadas de 1970 y 1980.

El cribado de la hepatitis C es ahora más importante que nunca

El cribado del VHC es más importante que nunca. ¿Por qué? En primer lugar, es fundamental que identifiquemos a todas las personas con VHC crónico porque corren un mayor riesgo de muerte prematura por enfermedad hepática. También hay cada vez más pruebas de que la hepatitis C crónica se asocia a un mayor riesgo de padecer enfermedades ajenas al hígado, como enfermedades cardíacas y renales, así como diabetes. Además, los recientes y espectaculares avances en la terapia antiviral nos permiten curar la gran mayoría de las infecciones por el VHC utilizando ciclos cortos de medicamentos orales bien tolerados.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha comprometido a realizar un esfuerzo global para reducir los nuevos casos de infección por el VHC en un 90%, y para reducir la mortalidad relacionada con el VHC en un 65% para el año 2030. Sin duda, este objetivo sólo puede alcanzarse si identificamos los casos de infección por el VHC existentes. Algunos países están en vías de alcanzar este objetivo, y lo han hecho mediante la puesta en marcha de amplias campañas de cribado de la población junto con el acceso a la terapia antiviral. Podemos y debemos mejorar el cribado en Estados Unidos si queremos acercarnos a los objetivos de la OMS.

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