Espera un minuto en Nueva York… Mary-Kate Olsen salió para una rara aparición pública en la Gala del Met 2017 – y su apariencia drásticamente alterada al instante desató rumores de cirugía plástica.
La diseñadora de moda de 30 años, junto con su hermana gemela Ashley, estaba muy lejos de la estrella infantil que llegamos a conocer y amar a finales de los 90 y principios de los 00.
Adelante una década, y los cambios en el rostro de la belleza rubia son definitivamente notables.
«La cara de las gemelas Olsen tiene muy mala pinta. No sé qué botox o cirugía plástica se hicieron, pero sus caras se ven horribles», escribió un fan en Twitter, mientras que otro tuiteó: «Las gemelas Olsen se ven enfermas. Eso debe apestar para hacerse una cirugía plástica y luego mirarse en el espejo & ver cómo te arruinó en lugar de mejorarte.»
Mary-Kate en 2007 frente a 2017.
¿Entonces, Mary-Kate se ha sometido al bisturí? Según el cirujano plástico de Miami, el doctor Rian Maercks, que no ha tratado a la ex actriz, su transformación parece deberse principalmente al tabaquismo, no a la cirugía estética.
«Diría que técnicamente la mayoría de los cambios que vemos podrían deberse a un envejecimiento acelerado asociado al tabaco de productos de nicotina u otros factores ambientales, ya que ella es una conocida fumadora», dijo a Life & Style en exclusiva. «Los factores más significativos son la ptosis de cejas (la caída de las cejas), y la atrofia de la zona periorbital (área alrededor de los ojos) y perioral (el área alrededor de la boca)».
También explicó cómo el maquillaje y la iluminación pueden afectar a la apariencia de una persona antes de añadir: «También parece que su anchura bizigomática está aumentada (distancia horizontal entre los huesos altos de las mejillas). Eso sólo atrae la atención sobre el ahuecamiento temporal y los cambios de envejecimiento facial inferiores.»
Sin embargo, Mary-Kate no parece muy preocupada por los rumores.
«Creo que tener suerte es algo muy natural para nosotras», dijo recientemente Mary-Kate a The Edit. «No necesitamos tanto tiempo para sentarnos a pensar y reflexionar. Pero luego tengo un marido, dos hijastros y una vida; tengo que ir a casa y preparar la cena. Los fines de semana monto a caballo. Encuentras lo que te ayuda a relajarte y, si no lo tienes, tienes que buscarlo. O te quemas y entonces no eres productivo»