Las demandas por mala praxis médica son demasiado familiares para los médicos. Casi la mitad de los médicos de familia (49%) dicen que han sido nombrados en una demanda por mala praxis, según el último Informe de Mala Praxis de Médicos de Familia de Medscape. Pero, afortunadamente, muchos casos nunca llegan a juicio, y sólo una fracción de ellos terminan con una victoria para el demandante.
Estos casos de negligencia médica tuvieron algunos de los mayores veredictos del año pasado.
Pero, de nuevo, algunos casos de mala praxis son noticia por el elevado importe de la indemnización o por los sorprendentes hechos del caso (o por ambos). Aquí están algunos de esos casos asombrosos que han ocurrido en el último año.
Una pequeña masa conduce a un gran pago
Un jurado de California recientemente otorgó 22.246 dólares en daños económicos y 9.25 millones de dólares en daños no económicos a un demandante que obtuvo más de lo que esperaba cuando se sometió a una cirugía para extirpar una masa en su escroto.
Según la demanda, el paciente había dado su consentimiento para «la escisión local de la masa escrotal, posible cistoscopia». Pero cuando el paciente se sometió al bisturí en 2014, el cirujano descubrió que la masa era mucho más grande de lo previsto, extendiéndose hasta el pene. El cirujano, tomando el asunto en sus manos, no solo extirpó la masa escrotal, sino también una parte importante del pene del paciente.
Como resultado, el paciente quedó con un pene desfigurado y disfuncional. Demandó al cirujano por negligencia médica, alegando que no sabía ni consintió la extirpación de tejido adicional.
Pero California tiene un tope de 250.000 dólares en daños no económicos en casos de negligencia médica. Entonces, ¿cómo es que el jurado concedió una cantidad tan elevada?
Además de la negligencia médica, la demanda del paciente también citaba la «batería médica» por someterse a un procedimiento muy diferente al que había aceptado. Esto permitió al jurado saltarse el tope de 250.000 dólares en daños no económicos por negligencia profesional. El abogado del paciente argumentó que el jurado debía «enviar un mensaje». El jurado escuchó, y concedió al demandante más de 9 millones de dólares en daños no económicos.
Infección mortal en la UCIN
Entre julio y septiembre de 2019, tres bebés prematuros murieron tras un brote de Pseudomonas aeruginosa en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) del Centro Médico Geisinger en Danville, Pensilvania. Otros cinco bebés también se infectaron pero sobrevivieron, aunque uno de ellos sufrió una lesión cerebral permanente.
«Ese tipo de lesión requerirá cuidados médicos intensivos para el resto de la vida de ese niño», dijo el abogado Matt Casey, que representó a la familia del bebé con la lesión cerebral. La familia tenía gemelos en la UCIN, uno con la lesión cerebral y otro que murió. «Aunque ciertamente tienen el corazón roto por la muerte de uno de sus hijos, tienen un camino realmente largo por delante para el cuidado de su hijo que sobrevivió», dijo Casey.
La infección fue rastreada a un equipo inadecuadamente desinfectado utilizado para preparar la leche materna, lo que condujo a la contaminación.
Geisinger llegó recientemente a un acuerdo con las familias, cuyos términos no fueron revelados. Como condición para el acuerdo, Geisinger admitió su culpa, una acción que The New York Times calificó de «extraordinaria».
«Geisinger se ha tomado esto muy en serio en su trato conmigo en nombre de mis clientes», dijo Casey. «Han tomado medidas sin precedentes como consecuencia del litigio para aceptar la responsabilidad, no simplemente por las infecciones que se produjeron, sino por ser ellos la causa legal de estas .»
El presidente y director general de Geisinger, Jaewon Ryu, MD, JD, dijo en un comunicado: «La pérdida de un niño es trágica, y este acuerdo nunca podrá reemplazar a estos niños pequeños, sin embargo creemos que hemos tomado las medidas necesarias para prevenir futuras infecciones y evitar esta pérdida a otras familias.»
Sentencia récord para un bebé con daño cerebral
En noviembre de 2019, un jurado de Chicago, IL, otorgó una indemnización récord de 101 millones de dólares en nombre de un niño de 5 años que sufrió un grave daño cerebral al nacer. La madre del niño, que presentó la demanda, y el hospital demandado acordaron reducir la adjudicación a 50 millones de dólares con la condición de que el hospital no apelara.
En agosto de 2014, la madre acudió al West Suburban Medical Center en Oak Park, IL, para dar a luz. Según la demanda, la madre informó de la disminución de los movimientos fetales poco después de ser admitida, pero pasaron 5 horas antes de que las enfermeras y el personal médico se dieran cuenta de que se trataba de una emergencia. El personal del hospital también ignoró los informes de monitorización cardíaca fetal externa que mostraban que el bebé estaba en peligro, según la demanda. Un experto médico aportado por la demandante testificó que el bebé no habría sufrido lesiones cerebrales si las enfermeras y el personal médico del hospital hubieran alertado rápidamente a los médicos, que podrían haber dado a luz al bebé mediante una cesárea de emergencia.
«Hubo una completa falta de comunicación y de cuidados adecuados para esta nueva madre y su recién nacido», dijo el abogado de la madre tras el veredicto. «Estaban presentes todas las señales de que este bebé necesitaba ayuda y nadie se preocupó».
La madre dijo que ha tenido que quedarse en casa para cuidar al niño las 24 horas del día. El niño de 5 años no es capaz de hablar, caminar o sentarse por sí mismo. La sentencia del jurado proporcionará al niño cuidados a tiempo completo durante el resto de su vida, dijo el abogado de su madre.
«Quiero dar las gracias al jurado por escuchar lo que realmente sucedió», dijo la madre del niño tras el veredicto. «De alguna manera creo que en el fondo -cuando sea un poco mayor- sabrá que había mucha gente que le quería y que quería que tuviera los mejores cuidados posibles porque no hizo nada malo.»
¿Él no provocó el incendio?
Una demanda presentada en enero de 2020 afirmaba que un dentista pediátrico de Las Vegas, NV, incumplió el estándar de atención al provocar un incendio en la boca de una niña de 5 años durante un procedimiento dental rutinario.
Según la demanda, el dentista estaba utilizando una fresa de diamante en los dientes de la niña, lo que produjo una chispa que «hizo que el paquete de la garganta en la boca se encendiera y produjera un fuego» que duró uno o dos segundos.
La niña fue llevada inmediatamente al Centro Médico Universitario del Sur de Nevada. Fue hospitalizada durante varios días y tratada por las quemaduras en los labios, la boca, la lengua, la epiglotis, la garganta, «y otras zonas circundantes», según la denuncia. También sufrió problemas de audición y tuvo que ser hospitalizada una segunda vez para recibir más tratamiento.
La demanda afirmaba que el dentista «cayó por debajo del estándar mínimamente aceptable de atención dental», lo que le provocó «discapacidades, desfiguración, dolor y sufrimiento, futuros procedimientos quirúrgicos y pérdida de disfrute de la vida.» En la demanda se pedían más de 15.000 dólares por daños y perjuicios.
En una declaración jurada presentada junto con la demanda, un testigo experto en cirugía oral y maxilofacial escribió: «En mi opinión, incumplió el estándar de atención al no proteger adecuadamente las vías respiratorias y cometer una serie de actos que configuraron una situación verdaderamente ‘incendiaria’.»
Se ha fijado la fecha de un juicio con jurado para octubre de 2021.