Las vellosidades que recubren las paredes del intestino delgado absorben los nutrientes
Las vellosidades que recubren las paredes del intestino delgado absorben los nutrientes en los capilares del sistema circulatorio y en los conductos lácteos del sistema linfático. Las vellosidades contienen lechos capilares, así como vasos linfáticos llamados lacteales. Los ácidos grasos absorbidos del quimo descompuesto pasan a los conductos lácteos. Otros nutrientes absorbidos entran en el torrente sanguíneo a través de los lechos capilares y son llevados directamente al hígado, a través de la vena hepática, para su procesamiento.
El intestino grueso completa la absorción y compacta los desechos
El quimo pasa del intestino delgado a través de la válvula ileocecal y al ciego del intestino grueso. Los nutrientes restantes y algo de agua se absorben a medida que las ondas peristálticas mueven el quimo hacia el colon ascendente y transverso. Esta deshidratación, combinada con las ondas peristálticas, ayuda a compactar el quimo. Los residuos sólidos que se forman se denominan heces. Continúa moviéndose a través de los colones descendente y sigmoide. El intestino grueso almacena temporalmente las heces antes de su eliminación.
La defecación elimina los residuos del cuerpo
El cuerpo expulsa los productos de desecho de la digestión a través del recto y el ano. Este proceso, denominado defecación, implica la contracción de los músculos rectales, la relajación del esfínter anal interno y una contracción inicial del músculo esquelético del esfínter anal externo. El reflejo de la defecación es principalmente involuntario, bajo el mando del sistema nervioso autónomo. Pero el sistema nervioso somático también juega un papel para controlar el momento de la eliminación.
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